Se trata de una exposición que reúne más de treinta obras del pintor valenciano y de otros grandes artistas como Pinazo y Benlliure, la mayoría procedentes del Museo de Bellas Artes de Valencia, en el marco incomparable que ofrece la seo burgalesa. Hasta el 2 de marzo
Comisariada por Pablo González Tornel, director del Museo de Bellas Artes de Valencia (MuBAV), la muestra consta de treinta y dos obras, entre pintura y escultura, veinticinco de las cuales proceden de la Comunitat Valenciana: veintidós del Bellas Artes, una de colección particular en València y dos de la Colección de Arte Banco Sabadell depositadas en Alicante. El elenco se completa con cuatro lienzos procedentes del Museo Sorolla de Madrid, dos del Museo Nacional del Prado y uno de la Colección BBVA.
Esta exposición forma parte de los actos programados con motivo de la celebración del 950 aniversario del traslado de la sede episcopal de Oca a la ciudad de Burgos, que se conmemora en 2025. Asimismo, concluye las celebraciones del Año Sorolla que se han desarrollado durante el 2023 y 2024.
La idea de este proyecto expositivo es acercar al visitante a la obra de Sorolla y contemplarla dentro del periodo de esplendor que vivió la cultura española a finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, una etapa donde las artes, la pintura, la literatura o la música alcanzaron en España una fuerza extraordinaria como expresión de la cultura y con una amplia proyección en Europa.
Así, entre las quince obras del maestro valenciano que se pueden contemplar en la exposición figuran algunas de las más icónicas del artista pertenecientes a la colección del Museo de Bellas Artes de Valencia, como es el caso de la Grupa valenciana, Clotilde contemplando la Venus de Milo o Labradora valenciana’
Además, del genio de la luz se exhiben retratos, marinas, paisajes y escenas que reflejan la vida rural valenciana, así como la relación de Sorolla con la ciudad de Burgos a través de los cuadros que realizó de la Catedral en 1890 y 1910.
En diálogo con Sorolla, la muestra presenta obras de reconocidos artistas valencianos en torno a 1900 como los pintores Joaquín Agrasot, José Benlliure Gil, Antonio Fillol, José Mongrell, Víctor Moya, Antonio Muñoz Degraín, Ignacio Pinazo Camarlench, Francisco Pons Arnau, Emilio Sala, Julio Vila Prades, y los escultores Mariano Benlliure y José Capuz Mamano.
Pablo González Tornel señala lo siguiente sobre la muestra: “Pintar sin miedo es una cita extraída de la novela de Vicente Blasco Ibáñez La maja desnuda, que define a la perfección la pintura valenciana de entresiglos. Así, la muestra ofrece al público castellano los mejores artistas de la València finisecular como Sorolla, Pinazo, Benlliure o Fillol”.
El comisario ha subrayado además que la muestra se acompaña “de un catálogo científico que aborda con sentido crítico la escuela valenciana de pintura y deconstruye los estereotipos historiográficos arrastrados durante un siglo”, con textos del propio González Tornel, así como de Luis Alberto Pérez Velarde, Vicente Pla Vivas y Gloria Martínez Leyva.
La muestra en la Sala Beato Valentín Palencia de la Catedral de Burgos ha sido organizada por la Archidiócesis de Burgos y el Cabildo Metropolitano de la seo burgalesa a través de la Fundación Consulado del Mar de Burgos, y cuenta con el patrocinio de la Junta de Castilla y León, y con la colaboración del Ayuntamiento de Burgos y la Diputación Provincial de Burgos. Se podrá visitar hasta el 2 de marzo de 2025 y
Joaquín Sorolla y la València de 1900
Joaquín Sorolla Bastida (1863-1923) fue el más reconocido de los pintores valencianos de entresiglos. Formado en la tradición académica, en 1884 obtuvo una pensión de la Diputación de València que le permitió viajar a Italia y que cambió para siempre su manera de retratar el mundo.
En Roma y París, Sorolla entró en contacto con Francisco Domingo, los Benlliure y las corrientes internacionales vinculadas a la pintura realista, del natural y de carácter luminista.
Desde 1892 Joaquín Sorolla participó en numerosas exposiciones internacionales celebradas en Múnich, París, Chicago, Berlín, Venecia y Viena, pero fue en 1900 cuando obtuvo el Grand Prix en la Exposición Universal de París y en 1901 la medalla de honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes en Madrid.
En 1911 Sorolla recibió de Archer Milton Huntington el encargo de pintar Las Provincias de España para la sede de la Hispanic Society of America en Nueva York y trabajó de manera incansable hasta que cayó enfermo en 1920. Joaquín Sorolla falleció en 1923.
El escultor Mariano Benlliure y los pintores Joaquín Agrasot, Ignacio Pinazo, José Benlliure, Emilio Sala o Antonio Muñoz Degraín fueron la primera generación que, junto a Sorolla, protagonizó la renovación de la pintura valenciana. Ellos crearon una particular estética que definió la manera de tratar los géneros del retrato y el paisaje con una modernidad e inmediatez inusitada.
También el costumbrismo de cuño valenciano encontró su camino durante este período. A partir de las recreaciones historicistas de Bernardo Ferrándiz y de la visión idealizada de una Arcadia mediterránea imaginada por Joaquín Agrasot, otros pintores como Antonio Fillol, José Mongrell o Francisco Pons Arnau construyeron la imagen idílica de una València feliz incrustada entre la huerta y el mar.