La pinacoteca resalta la importancia del olfato en el mundo del arte a partir de una instalación en su sala 56 en la que el visitante puede oler una fragancia de un guante perfumado de ámbar del siglo XVII mientras contempla varios retratos protagonizados por esa prenda
El éxito de “La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa”, que tuvo lugar en verano de 2022, ha motivado al Museo Nacional del Prado, con la colaboración especial de la tecnología AirParfum de Puig, a llamar la atención de forma permanente sobre algunos cuadros que muestran la importancia de la cultura olfativa de la Edad Moderna.
El difusor que se ha instalado en la sala 56 emite la fragancia, según una receta del siglo XVII, de un guante perfumado de ámbar, elemento que aparece en numerosos retratos de Antonio Moro presentes en esta sala, como es el caso de El emperador Maximiliano II y La emperatriz María de Austria.
Esta instalación es fruto de la colaboración entre Alejandro Vergara, Jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado, y Gregorio Sola, perfumista senior de Puig, y la tecnología AirParfum de Puig. La presentación de esta iniciativa se ha realizado a través de la cuenta de Instagram del Museo del Prado.