El Museo Guggenheim Bilbao acoge hasta el 1 de marzo de 2020 Temblad, temblad, una instalación en la que la artista irlandesa Jesse Jones conjuga cine, escultura, acciones en directo y sonido. La pieza central de esta obra muestra, en dos pantallas de vídeo, imágenes de un bruja (interpretada por la actriz Olwen Fouéré) que encarna el poder femenino al subvertir el orden social y jurídico establecido
La sala 103, Film & Video, un espacio dedicado al videoarte, la videoinstalación y la imagen el movimiento como lenguaje artístico, acoge la tercera y última exposición de 2019, Temblad, temblad (Tremble, tremble, 2017), una ambiciosa instalación en la que la artista Jesse Jones (Dublín, 1978) entrelaza cine, escultura, acciones en directo y sonido.
Jesse Jones conjuga en sus obras material fílmico o de vídeo con sonido, escultura y performances con el fin de explorar temas como la relación entre el feminismo y el capitalismo, la autonomía del cuerpo de las mujeres y la posibilidad del poder femenino en el mundo.
El cuerpo central de la obra muestra, en dos enormes pantallas de vídeo, imágenes de una bruja gigantesca que encarna el poder femenino y el de las fuerzas sobrenaturales. Este personaje proclama un nuevo orden jurídico, llamado “In utera Gigantae”, basado en el poder chamánico de la mujer y por el cual se invalida cualquier otra ley o gobierno.
Temblad, temblad, creada originalmente en 2017 para el pabellón irlandés de la 57ª Bienal de Venecia, refleja un momento de tensos debates en torno a la legislación sobre el aborto en Irlanda. Al mismo tiempo, funciona como retrato de un arquetipo intemporal que trasciende la identificación nacional o étnica. La poderosa bruja del vídeo, interpretada por la actriz irlandesa Olwen Fouéré, puede percibirse, por tanto, como un paradigma feminista y disruptivo que tiene el potencial de transformar la realidad y que presenta la brujería como herramienta emancipadora para las mujeres. El diseño de sonido y la composición corre a cargo de Susan Stenger, y Aaron Kelly es el responsable de la producción ejecutiva y la programación audiovisual.
Jesse Jones ha investigado en profundidad las prácticas rituales y mitologías asociadas a la brujería recogiendo testimonios en diferentes contextos y países europeos con el objetivo de explorar la relación entre el feminismo y el capitalismo, y la posibilidad del poder femenino en el mundo. “Me interesa especialmente saber cuál ha sido el contexto en el que los cuerpos de las mujeres han llegado a ser controlados por el Estado y me parecía muy importante analizar este tema en el entorno de la persecución de las brujas”.
La instalación Temblad, temblad incluye un componente de performance que es simultáneo a la proyección del vídeo en el espacio expositivo: cada cierto tiempo, una oficiante arrastra una cortina que atraviesa la sala e inscribe un circulo en una pared negra. La obra se completa con tres esculturas y una serie de objetos expuestos en vitrinas en la antesala de la exposición que actúan como referencias clave dentro del proyecto de la artista.
Jesse Jones ha ido adaptando específicamente su obra a distintas instituciones de Europa y Asia, atendiendo a la etnografía de cada lugar. Para la presentación en Bilbao, Jones indagó sobre la historia de la brujería en el País Vasco y sus ritos, prestando una atención especial al tradicional cerillo de difuntos o argizaiola que todavía se usa en ciertos pueblos. En colaboración con la teórica e investigadora Silvia Federici, Jones recorrió algunos de los lugares históricos, cuevas, archivos y museos del País Vasco y Navarra y conoció la historia de la caza de brujas por parte de la Santa Inquisición en el norte peninsular. Así, algunos de los objetos expuestos en las vitrinas muestran la presencia constante de ritos y prácticas de carácter esotérico en Guipúzcoa y Navarra, dando un nuevo telón de fondo al conjunto de la instalación.