Los animales fantásticos en el arte medieval

En el medievo los bestiarios alcanzaron gran popularidad, estos manuscritos iluminados reunían ilustraciones, relatos y descripciones de las bestias tanto reales como fabulosas. A estas bestias, que también decoraban monumentos religiosos, se les dotaba de una simbología dual, positivas, cuando se asociaban al comportamiento de Dios, o negativas, si se relacionaban con el diablo

El Fisiólogo (Physiologus), que tuvo una enorme influencia en el pensamiento y en la concepción del mundo medieval, es el primer bestiario conocido en Occidente. Redactado en griego (aunque posteriormente se tradujo a casi todos los idiomas conocidos, latín, armenio, etíope, siriaco o árabe) y de un autor desconocido, probablemente se escribiese en Alejandría entre los siglos II y IV. Se trata de una obra de carácter moralista y religiosa en la que se plasman ilustraciones tanto de los animales reales de esa época como de los fabulosos, además de plantas y minerales. A estos animales se les dotó de una simbología dual: en ocasiones positiva, asociando su comportamiento al de Dios, y en otras negativa, pues relacionaban su actitud con la del diablo.

Mientras que las aves solían ser una alegoría de lo espiritual y de la resurrección, aquellos que vagaban por la tierra solían ser despreciados, como el macho cabrío y el zorro, ejemplos de las pasiones y de la maldad. Sin embargo, no siempre era así, como en el caso de las langostas voladoras, que eran el origen de numerosas plagas letales, y el león, que aunque está en tierra firme era uno de los animales más apreciados por su función protectora.

Los animales que aparecen en los bestiarios fueron muy utilizados en el arte medieval para decorar tanto los monumentos religiosos como los libros porque a través de estos seres fabulosos se pretendía intimidar a quienes no habían seguido la moral que difundía la Biblia o aconsejar sobre cómo había que comportarse. Los capiteles de las iglesias y los manuscritos iluminados fueron dos de los soportes más recurrentes en la Edad Media para representar a estos animales fantásticos, entre los que destacan el unicornio, el dragón, el grifo, la sirena y el basilisco.

Unicornio

Este animal era considerado positivo en la Edad Media, ya que está asociado a la pureza, la castidad y la virtud. Además, simbolizaba la encarnación de Cristo en el seno de María, por lo que transmitía un mensaje de salvación. Según una leyenda, cuando el unicornio sumergía su cuerno en las aguas contaminadas las purificaba, por eso su cuerno fue muy valorado como antídoto de veneno y también como afrodisíaco por el vigor y fortaleza del animal.

En cuanto a su fisionomía y su carácter, cabe resaltar que era un animal pequeño, fuerte, similar a un caballo o a una cabra, tenía un cuerno de gran longitud en la mitad de la cabeza y era muy huidizo. Los cazadores no podían acercarse a él pues tenía gran astucia. Para poder atraparle enviaban a una doncella virgen, la única capaz de amansarle. En el momento en que se acercaba a ella para descansar en su regazo, los cazadores aprovechaban para abatirle.

Dragón

Este animal fantástico representaba al diablo en época medieval, ya que lanzaba fuego y mataba a animales como el elefante, uno de sus mayores oponentes, asfixiándoles y utilizando la cola como si se tratara de un látigo. Era un híbrido entre una pitón y un dragón, rojo, tenía escamas y enormes dientes.

En los manuscritos se subraya la virtud del hombre cuando lucha contra el dragón o se aleja de él, pues el mensaje que ha de llegar al fiel es que éste ha de combatir contra el mal y contra aquellos que no difundan la palabra de Dios.

Grifo

Este animal fantástico simbolizaba a Cristo por su carácter protector y defensor de instituciones religiosas y de difuntos. Sin embargo, también representaba a Satán, pues despedazaba a cualquier ser vivo con sus garras. Era el ave más grande de todas las del cielo, tenía cabeza y alas de águila y cuerpo de león. Con su fuerza era capaz de agarrar un buey vivo y echar a volar con él para alimentar a sus polluelos.

Sirena

Las sirenas en el medievo personifican la muerte y los peligros que entraña el abismo marítimo. Con su voz melodiosa y su belleza conseguían que los viajeros quedaran prendados de ellas. Después les adormecían, tal y como se puede comprobar en el manuscrito, y les mataban. Por ello, estas jóvenes encarnan la lujuria, la tentación, el engaño y la seducción. Eran híbridos de mujer y pez, se caracterizaban por su crueldad y vivían en el mar.

En la actualidad solemos asociar la figura de la sirena con la bondadosa joven de la película de Walt Disney, pero el origen del mito era muy diferente.

Basilisco

Denominado el “rey de las serpientes”, era considerado como uno de los animales más mortíferos, ya que era capaz de matar a los hombres sólo con su mirada. Nacía de un huevo de un gallo, por lo que su cabeza tenía una cresta de gallo y su cuerpo estaba formado por una cola de serpiente. La comadreja era su mayor enemigo porque su olor le aturdía. Por tanto, la comadreja estaba asociada al bien, ya que podía acabar con el basilisco, ligado al demonio.

Saskia GONZÁLEZ VOLGERS