Naves Matadero Madrid estrena la última creación artística de la Premio Nacional de Danza, fruto de sus “bailaderos” con artistas de distintas disciplinas. Hasta el 27 de mayo, los jóvenes entre 16 y 26 años que cuenten con JOBO (Bono Joven Cultural) podrán asistir gratis a las funciones de jueves y viernes
Mónica Valenciano (Premio Nacional de Danza 2012 en la modalidad de Creación) es una figura significativa de la danza contemporánea española. Comenzó su carrera a finales de los años ochenta y en 1995 formó parte del colectivo UVI junto a Blanca Calvo, La Ribot, Olga Mesa, Elena Córdoba y Ana Buitrago.
Su compañía, El Bailadero, nació en 1997 y dibujó un marcado trazo en su carrera creativa, un antes y un después en su obra. Fue al frente de esta formación cuando comenzó su serie coreográfica Disparates: pequeños puzles creativos construidos a través de lo instintivo, lo íntimo y lo inmediato, donde el lenguaje, y su uso a través del espacio y el tiempo, cobran gran protagonismo.
Aúpa! (1989), Puntos suspensivos (1991), Miniaturas (1992) o Adivina en plata (1996-97) son otras de las obras de esta creadora, que estudia danza clásica, contemporánea y teatro en el Institut del Teatre de Barcelona y en la RESAD de Madrid, así como otras disciplinas tan dispares como el boxeo, tiro al arco y las artes marciales, todas ellas enfocadas a nutrir directamente un lenguaje propio y característico.
En el verano de 2016 en L’Animal a l’esquena (Girona) surge el germen de Imprenta acústica en (14 borrones)… de una Aparición cuando Mónica Valenciano, Raquel Sánchez, Tania Arias Winogradow, Jorge Rúa y Chefer, se juntan para investigar y probar materiales que Valenciano atesoraba. Acostumbrada a trabajar con su fragilidad en la intimidad de su equipo, Mónica decide abrirse e invitar a su proceso creativo a inquietos creadores de diferentes disciplinas del baile, la interpretación, las artes plásticas, audiovisuales y del movimiento.
Estos bailaderos, que se han producido cada sábado, desde principios de 2017, en Naves Matadero-Centro Internacional de Artes Vivas, son encuentros donde diversos artistas han compartido lenguajes y búsquedas, investigado desde distintos puntos de vista y diálogos con ella y aportado materiales cuyas esqueléticas han ido creando cuerpos y lugares de trabajo desembocando en Imprenta acústica en (14 borrones)… de una aparición.
En esta pieza, Mónica abre la puerta de su guarida para mostrar, poseída por la verdad, algo que conoce bien y que el resto solo intuimos. Junto a Raquel Sánchez, extrae la esencia del epicentro del dolor, del humor, de la poesía, de la vida. Lanza preguntas al público con el cuerpo y la palabra. Palabras que viven donde habitan los secretos, cuerpos que mueren y nacen en un exorcismo de generosidad y necesidad: el cuerpo vivo articulado en múltiples planos, volúmenes y arquitecturas nómadas; el cuerpo preparado para abrir los límites, confrontarse, cuestionarse, exponerse al exterior y compartir; el cuerpo como una orquesta polifónica; el cuerpo lleno de ojos.
Mónica Valenciano explica que “este encuentro se propone a partir de un mapa-cartografía a transitar, viajando a través de una baraja de imágenes (…) correspondencia abierta, cartas de una danza en la formulación de su propio tejido. Entonaciones de un gesto, ritmos de un contacto, desplazamientos de una ausencia que juega. Corpografías de una red al encuentro de esa geografía que se abre paso en el interior (…) Cuerpos de una voz, ramificándose en múltiples planos. El espacio como protagonista nos vincula en lo que deja (…) la piel de ese espacio que toca capaz de alojar un blanco inesperado (…). Y allí donde la mirada nos convoca prende su visión: a barajar (…) Arrastres orquestales y a contratiempo el blanco es un circo de ojos, empieza en agujero. La pedrada es otoño (…) cruzando el canto de una lágrima volviendo, danza, escucha la parada picotear el tiempo. El miedo destiñe? (…) Un punto ladrando suena en la saliva y, el testigo paseando en el fondo de tus ojos…”.