Estos dos pintores de la misma generación han participado en la decimotercera feria de Art Madrid 2018 con la galería Rodrigo Juarranz. Benéitez, que se inició como artista urbano, plasma en sus obras horizontes infinitos. Tamargo se inspira en su Asturias natal y en muchos otros lugares donde ha vivido, Londres, Nueva York o Kenia, para hacer una pintura paisajística-autobiográfica. Los dos nos hablan de su trabajo y experiencia en esta feria
La feria Art Madrid 2018, que busca impulsar el arte contemporáneo poniendo en contacto a creadores plásticos y sus galerías con los interesados en adquirir arte contemporáneo, ha celebrado del 21 al 25 de febrero su decimotercera edición en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, en pleno centro cultural de Madrid. Así, durante cinco días, 34 galerías han presentado sus propuestas artísticas, de ellas, 24 eran españolas y 10 extranjeras procedentes de Alemania, Francia, Ucrania, Portugal, México, Cuba y Taiwán. Galerías que han presentado una oferta multidisciplinar con pintura, escultura, obra grafica, fotografía o libros de artista desde el siglo XX hasta nuestros días. El balance ha sido calificado tanto por las galerías participantes como por el público como muy positivo por ser una feria dinámica, cómoda y asequible con actividades variadas y originales para un público heterogéneo.
En el espacio de Art Madrid hemos tenido la suerte de compartir impresiones con dos artistas de la misma generación de la galería Rodrigo Juarranz, que han presentado una pintura muy atractiva, original, y cuyo protagonista en los dos casos es el paisaje, pero con dos maneras de enfocarlo completamente diferente. Por un lado, el zamorano Diego Benéitez (1986) plasma en sus obras horizontes infinitos, skylines, y el asturiano Marcos Tamargo (1982) representa en sus lienzos paisajes abstractos-matéricos y autobiográficos, inspirados tanto por su tierra natal como por otros muchos lugares donde ha vivido, Londres, Nueva York o Kenia.
Pregunta: ¿Qué es lo que te impulsó a ser pintor?
Diego Benéitez: Soy pintor un poco por casualidad. Empecé de manera autodidacta con el arte urbano, con el grafiti, un tipo de arte con un contexto muy visceral y de forma natural me fui acercando a la pintura formal, con más exigencias formativas, llevado por el deseo de que mi obra permaneciera, que no se deteriorara ni me la taparan y así poder llegar a más gente. Comencé a pintar en el estudio y a comercializar mi obra. Enseguida conecté con un público al que le interesaba mi trabajo y a partir de ahí mi evolución ha sido brutal. Aunque he mantenido elementos de mi etapa de grafitero, en ellos también había paisajes al colocar las letras en un horizonte. Era una temática más efectista, urbana, más muralista. En ese momento no concebía el arte como símbolo sino como algo estético, algo que me servía para poder plasmar todo lo que tenía dentro, era más joven, adolescente, y el grafiti era el lenguaje que compartía con mis amigos.
P: ¿Qué pintor te ha marcado más?
Diego: Muchos, desde Picasso o Dalí, los grandes de siempre, y quizá en esta última época, Gerhard Richter, Mark Rocco, Agnes Martin, el suprematismo de Malévich, Constable y Turner, sin olvidar el grupo El paso.
P: ¿Qué cuadro te quedarías para ver tu solo?
Diego: Alguna fotografía de Fujimoto, al que últimamente pude ver en la exposición de la Fundación Mapfre. Pero no soy egoísta con el arte, me gusta que la gente disfrute también.
P: Qué ha supuesto para ti tu paso por Art Madrid y cómo ha sido tu relación con la galería Rodrigo Juarranz
Diego: Desde que fui finalista en 2015 de los premios BMW de pintura y contactó conmigo Rodrigo Juarranz, todo ha sido como un sueño. Había asistido a esta feria muchas veces antes como visitante y salía con una sensación emocionante y me decía a mí mismo, yo quiero estar ahí dentro. Y en unos años, cuando ves que se van cumpliendo tus sueños te asustas. Hay veces que las dudas sobre las opciones que tomar en la vida te pueden paralizar, pero la vida me ha demostrado que con trabajo, esfuerzo e ilusión todo se puede conseguir, esta actitud es imprescindible para que la suerte y el destino actúen y te ayude. Hay que ser luchador, quien no arriesga no gana y se pierde más con las cosas que no se hacen que con las que se intentan. Yo deseé y trabajé para estar aquí y lo he conseguido. Rodrigo me impulsó mucho el año pasado, y mi obra ha funcionado; en definitiva, me siento muy apoyado por mi galerista.
P: ¿Qué música te acompaña cuando pintas?
Diego: Me gusta mucho Paco de Lucia o los Gipsi Kings por su vitalismo.
P: ¿Qué planes tienes para el futuro?
Diego: Muchas veces no sé lo que voy a hacer mañana, el futuro no me lo planteo, vivo el presente, así que trabajar y seguir aprendiendo. Me gustaría participar en más ferias, exposiciones y salir fuera de España.
Marcos Tamargo (Gijón, 1982) tiene una trayectoria más larga y mucho más consolidada en el mundo del arte y, por tanto, es más veterano en este mundo de las ferias.
Pregunta: Marcos, tú que llevas más tiempo en el mundo del arte y estás acostumbrado a exponer tanto en Europa como en el resto del mundo, ¿qué opinas de Art Madrid?
Marcos Tamargo: Es una feria a la que no suelo faltar, me gusta lo abarcable que es porque propicia de manera muy natural el contacto con el público, algo que para mí es muy interesante porque me permite conocer qué opinan de mi obra sin saber muchas veces que soy el autor. Además, suelen adquirir todo lo que expongo.
P: Define con una palabra qué es la pintura para ti.
Tamargo: Una necesidad, es mi medio para expresarme y relacionarme con el mundo.
P: ¿Qué obra de la historia de la pintura elegirías para verla solo?
Tamargo: Cualquier pieza de Andrew Wyeth, pero si tengo que elegir una, esta sería Chistina’s World porque ha sido la única obra que me ha hecho llorar en mi vida, la vi en el MoMA y sentí una profunda emoción, es muy triste y positiva a la vez, y con una gran carga simbólica.
P: ¿Y en compañía, cuál elegirías?
Tamargo: Cualquiera de Edward Hooper, por esos paisajes vacíos que te invitan a llenarlos.
P: ¿Cuando pintas escuchas música?
Tamargo: En el estudio, mientras trabajo siempre estoy escuchando música y de todo tipo, según momento y estado de ánimo, como todo el mundo, pero sobre todo clásica, rock y reggae.
Carla TORRES