El Antiguo y Nuevo Testamento está repleto de valientes heroínas y pérfidas mujeres fatales. Desde Judit y Ester, hasta Salomé y María Magdalena, Dalila, las hijas de Lot y la esposa de Potifar; féminas a quienes la sociedad temía y que fueron convenientemente moldeadas para la historia bíblica. El Museo de Arte Patricia y Phillip Frost de FIU (Florida International University) acoge una exposición que explora los cambios en la percepción de estos personajes históricos, cuya influencia sirve como base histórica para causas contemporáneas (incluido el movimiento #MeToo). Hasta el 20 de mayo
Algunas fueron representadas como modelos de bondad familiar que salvaron a su pueblo, pero otras fueron consideradas rameras descaradas, fuentes fatales de pecado, tentación y seducción. Mujeres Peligrosas presenta obras maestras espectaculares del Museo de Arte John y Mable Ringling que llevan a la reflexión, entre ellas, más de 20 pinturas y grabados al aguafuerte de mujeres bíblicas por artistas del siglo XVI y XVII, entre ellos, Pietro da Cortona, Fede Galizia, Pordenone, Giovanni Andrea Sirani y Francesco del Cairo. Muchas de estas obras están acompañadas por grabados y dibujos de grandes maestros, como la serie Mujeres famosas del Nuevo Testamento de Jan Saenredam. La exposición se cierra con piezas modernas y contemporáneas, entre ellas la sensual Salomé (1901) de Robert Henri y Retrato de Mama Bush (2010) por Mickalene Thomas.
Sobre estas líneas, Salomé, por Robert Henri (1909), óleo sobre lienzo. Arriba, Retrato de Mamá Bush, por Mickalene Thomas (2010), joyas de fantasía, acrílico y esmalte en madera, Colección de Girls’ Club.
Mujeres Peligrosas demuestra que durante toda la historia, los hombres han temido a las mujeres que se imponían con su intelecto y sexualidad”, dice la Jordana Pomeroy, directora del Museo de Arte Patricia y Phillip Frost de FIU. “Esta nueva exposición de obras maestras demuestra oportunamente que se temía a las mujeres poderosas, incluso cuando sus actos eran heroicos. Como el Museo en Miami, que se distingue por presentar obras que abarcan todos los periodos históricos, queremos que nuestra audiencia aprecie la narrativa de mujeres que fueron víctimas de la violencia sexual o dominaron a hombres poderosos, un tema muy pertinente en las conversaciones del momento», agrega Pomeroy
Judit con la cabeza de Holofernes, por Fede Galizia (1596), óleo sobre lienzo.
“Por más remotas que hayan sido estas obras inicialmente, la historia del arte ofrece un lente con el que vemos la percepción sobre la mujer a través de los siglos. Mujeres Peligrosas demuestra que a lo largo de la historia, los hombres han temido a las mujeres que se imponían con su intelecto y sexualidad”, dice Pomeroy. “Esta oportuna exposición de obras maestras demuestra que se temía a las mujeres poderosas, incluso cuando sus actos eran heroicos”.
Susana y los viejos, por Sisto Badalocchio, h. 1602-10, óleo sobre lienzo.
Ya sea se considerara a estas mujeres santas o pecadoras, sus historias y pasiones moldearon la historia bíblica y estas percepciones de la mujer se han enseñado, revisado y reevaluado durante siglos.
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- Judith con la cabeza de Holofernes, por Francesco Cairo, h. 1633–37.
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- Agar e Ismael en el desierto, por Karel Dujardin, h. 1662.
Agar y el ángel, por Pietro da Cortona, h. 1643, óleo sobre lienzo.
Si bien algunos artistas del Barroco y del Renacimiento a menudo incluyeron a estos personajes como excusa para pintar un desnudo femenino sensual, otros artistas de estos y otros periodos se centraron en el drama y la moral en las historias de estas mujeres.