Esta feria celebra su decimotercera edición del 21 al 25 de febrero en la Galería de Cristal de CentroCentro Cibeles con la presencia de más de 50 galerías nacionales e internacionales. Okuda San Miguel, el artista invitado de este año, ha creado en exclusiva El lago del deseo, un colorista mural de 3 por 5 metros. Carlos Delgado Mayordomo comisaria el Programa One Project en el que ocho artistas jóvenes y de media carrera llevan a cabo ocho proyectos específicos para esta feria
Alberto Cornejo, director de Art Madrid desde hace cuatro años, valora muy positivamente el hecho de que la feria esté situada en un lugar tan céntrico como la Galería de Cristal en CentroCentro Cibeles porque abre el arte no solo a galeristas, coleccionistas y profesionales sino también a un público general. Y añade que les gratifica saber que “mucha gente se ha iniciado en el mundo del arte gracias a nosotros, al hacernos más accesibles y más abiertos. Queremos pensar que, además de conservar a nuestro público más fiel, estamos sensibilizando a un nuevo tipo de público y que somos la referencia para una nueva generación de coleccionistas.”
Y aunque esta feria siempre ha destacado por fomentar y difundir el arte contemporáneo español a través de galerías nacionales, lo cierto es que en estos años ha ido creciendo también la participación internacional. En esta edición participan Alemania, Francia, Cuba, Brasil, Taiwán, Portugal (este país es el que más representación tiene en el Programa General con artistas como Joâo Noutel, João Santos, Ana Pais Oliveira, Rui Dias Monteiro, Isabel Sabino o Moisés Duarte), Ucrania (el artista Andrey Zadorine ha apostado por un stand monográfico de pintura) y China.
Según Alberto Cornejo, este año han apostado sobre todo por los nuevos talentos y dar a conocer al público el trabajo de una nueva generación de artistas y particularmente por los emergentes que viven en España. En este sentido destaca que “tenemos ejemplos de artistas a los que consideramos ‘parte de la feria’ porque les hemos visto formarse y crecer, como la fotógrafa Irene Cruz”.
Y es en esta línea, donde hay que situar el Programa One Project, que por quinto año consecutivo comisaria Carlos Delgado Mayordomo, que nació con la idea de que fuese un escaparate del talento de una generación de artistas de los que se hablará en el futuro. “En esta edición 2018 hay una destacada presencia de jóvenes artistas con un trabajo muy maduro y solvente. Sin lugar a dudas, estamos ante una nueva generación de creadores altamente comprometidos y con una obra intensa e interesante a la que queremos dar voz”, añade Cornejo.
Además, en los últimos años han puesto en marcha un programa temático de actividades que permite profundizar en el arte desde varias perspectivas, como el Programa Paralelo, una mirada sobe facetas transversales del arte, su conexión con otras realidades sociales como son las cuestiones de género o la tecnología… o, este año, dedicado a la educación.
Con la elección en esta edición de Okuda San Miguel como el artista invitado, la feria apuesta por el llamado “arte total” que incluye todas las formas de creación, desde el arte urbano o el surrealismo pop. Para Cornejo, «Okuda condensa la imagen del arte urbano actual. Su obra es colorista y arriesgada y queríamos unirnos a esta ola, a su fuerza… Este año, además, hay una destacada presencia de arte urbano y pop-art en la feria”.
Y como es habitual, el artista invitado es el encargado de realizar la imagen de la feria. Okuda San Miguel ha realizado un colorista mural realizado a golpe de spray sobre un lienzo de 3 x 5 metros titulado El lago del deseo, que dará la bienvenida a los visitantes que se acerquen a esta feria. Además, esta obra se podrá adquirir en formato cartel de 70 x 100 cm en un papel satinado de 300 gramos.
El jueves 22 se presentará al público la colección I am Suarez by Okuda San Miguel, con la presencia del artista y el maestro joyero de la firma Suárez, que diseñarán juntos una joya exclusiva para un invitado sorpresa. Además, Liquitex, marca líder en acrílicos y colaborador de #ArtMadrid18, lanza en la feria una nueva gama de colores libres de cadmio que tienen el mismo rendimiento que los tradicionales acrílicos pero más seguros para el artista y el medio ambiente; además, proponen actividades de creación como “LQ da la chapa” para que el público pueda diseñar y crear sus propias chapas, o sesiones de pintura en directo, Liquitex pondrá a disposición del público y los artistas sus “test ciegos” para probar esta gama CADMIUM FREE. Participa en el reto #cadfree
One Project: parejas y rupturas
En esta ocasión, Carlos Delgado Mayordomo ha invitado a ocho artistas a desarrollar una propuesta concreta para un stand individual de 10 metros que ha dado como resultado ocho proyectos con una entidad rotunda y coherente y que establecen un baile de parejas de artistas con ritmos diferentes. En palabras del comisario: “One Project ha servido para establecer una relación dinámica, polivocal y abierta con aquellos visitantes interesados en establecer una mirada más pausada y reflexiva dentro de un contexto tan abrumador y sobresaturado de información como es una feria de arte contemporánea”.
Una selección mixta e internacional, distintas perspectivas y puntos de partida que encuentran, en One Project, frecuencias comunes en las que dialogar y compartir un puñado de conceptos. Alejandro Monge (Zaragoza, 1988) con 3 Punts Galeria (Barcelona), Candela Muniozguren (Madrid, 1986) con Bea Villamarín (Gijón), Antonyo Marest (Alicante, 1987) con Diwap Gallery (Sevilla), Carlos Nicanor (Las Palmas de Gran Canaria, 1974) con galería Artizar (La Laguna, Tenerife), Bernardo Medina (San Juan, Puerto Rico, 1965) con Nuno Sacramento (I’lhavo, Portugal) Jugo Kurihara (Tokio, 1977) con Pantocrátor Gallery (Suzhou, China), Aina Albo Puigserver (Palma de Mallorca, 1982) con Pep Llabre’s Art Contemporani (Palma de Mallorca), Vânia Medeiros (Salvador de Bahía, Brasil, 1984) con galería RV Cultura e Arte (Salvador de Bahía).
Así, el resultado es un tapiz de relatos que, lejos de organizarse como meros cajones estancos, fluctúan entre sí: la reflexión acerca del valor de la obra de arte y los sistemas de mercado enlazan las instalaciones de Alejandro Monge y Carlos Nicanor; la geometría en su faceta más humana e intuitiva que conecta las propuestas de Candela Muniozguren y Aina Albo Puigserver; los mapas y las cartografías emocionales con el dibujo como vía de exploración en las propuestas de Jugo Kurihara y de Vânia Medeiros, o el arte como realidad expandida, como escenario y escenografía para la vida, como nos enseñan Antonyo Marest y Bernardo Medina. Sin embargo, como explica Delgado Mayordomo, “estas líneas funcionan solo como una caja de herramientas para pensar acerca del trabajo de los artistas sin negar la pertinencia de otras construcciones”. En este caso, será el espectador, quien elabore nuevas lecturas.