La séptima entrega de la exposición Multiverso de la Fundación BBVA está dedica a este videoartista que ha realizado un ensayo fímico sobre la memoria a través del cante, la poesía y los archivos audiovisuales. Un proyecto donde el creador utiliza la iconografía de Juan de Ávalos, escultor del Valle de los Caídos, para reflexionar sobre la historia, lo femenino, lo religioso y la manifestación artística del genio intrahistórico. En Madrid, hasta el 11 de febrero
La Fundación BBVA inaugura su programación cultural del año 2018 con un nuevo estreno de videoarte: La España profunda (de Ortega y Gasset a Rocío Jurado), una obra con la que Isaías Griñolo aspira a “dejar en la retina del espectador tres preguntas sobre la memoria y sobre la necesidad de saber qué cosas debemos contemplar a la hora de mirar un monumento: ¿quién debe ser recordado?, ¿qué se debe recordar? y ¿cómo hay que recordar?”
La España profunda parte de la obra de Juan de Ávalos, el escultor de El Valle de los Caídos, un símbolo que Griñolo usa como ejemplo para analizar la historia reciente de España. El creador realiza, a partir de esta y otras esculturas de Ávalos, un ensayo fílmico que aborda cuatro conceptos: la historia, lo femenino, lo religioso y la manifestación artística del genio intrahistórico. Invita además a distintos poetas –Begoña Abad y Niño de Elche, Antonio Orihuela, Ana Pérez Cañamares, Isabel Pérez Montalbán, David Pielfort, Manuel Vilas y Felipe Zapico– a reflexionar sobre la distancia entre Ortega y Gasset y Rocío Jurado. Se trata, pues, de una indagación sobre la memoria, el territorio, la tradición, el folclore, la antropología y la poesía.
“Hay una paradoja que me llamaba mucho la atención: un escultor con carnet socialista (por ello fue represaliado como desafecto al régimen) terminó siendo el escultor del Valle de los Caídos”, explica Griñolo. En este trabajo utiliza una metodología que ya ha ensayado con éxito en otras producciones: el diario fílmico y la remezcla audiovisual, es decir, “las filmaciones propias junto con archivos de libre circulación recogidos del gran contenedor de basuras que es internet”. Al unirlas a las lecturas poéticas y cantes de los artistas que participan en el proyecto, añade el autor, “he buscado articular un cruce de relatos donde mostrar cómo nuestra historia más reciente es algo que aún no está fijado. Algo donde se mezclan pasado y presente en un proceso de reescritura que no está terminado. Sucesos del pasado que inciden en el presente y que, cuando en ocasiones han sido fijados en monumentos, estos terminan siendo artefactos extraños que ayer condensaron por un momento la historia… y que hoy, la mayoría de la veces, o no tienen las connotaciones previstas o no significan nada”.
Cante flamenco, poesía y archivos audiovisuales se mezclan en La España profunda “para cantar, contar y mostrar las desafecciones ciudadanas y los espasmos del poder que recorrieron las calles ayer y hoy”, concluye. Además de la videocreación, de 75 minutos de duración, la sala acoge una instalación con material documental –libros, discos, fotografías, dibujos– y dos cuadernos de viaje en sendas tablets, a través de las cuales se puede seguir en vídeo un diario de trabajo del proyecto.