Mediterráneo: territorio de tragedias

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El Centre Pompidou Málaga acoge la segunda edición de Hors Pistes, una propuesta de investigación sobre grandes temas de actualidad y sus repercusiones en el arte contemporáneo. En esta ocasión, bajo el títuloTravesías marítimas, un grupo de artistas reflexiona a través de fotografías, vídeos o instalaciones sobre cómo este mítico mar se ha convertido en una de las rutas más mortíferas del siglo XXI. La exposición se complementa con actividades. Hasta el 23 de abril

Nuestras travesías contemporáneas desvelan tensiones y desafíos políticos, económicos, jurídicos y humanitarios, de las trágicas tentativas que han hecho del Mediterráneo la ruta más mortífera del siglo XXI, desde el invisible trazado de los cables submarinos, sin olvidar los itinerarios del turismo de masas hasta los supercargueros que surcan sus aguas. Trayectorias pequeñas y grandes que se cruzan y solapan, recorridos monstruosos, peligrosos, con frecuencia –con demasiada frecuencia– mortales. Por su magnitud, ofrecen una caja de resonancia a la actual coyuntura mundial. El Mediterráneo, maravillosa extensión líquida de nuestros recuerdos de infancia, de nuestro tiempo libre, es hoy un territorio de tragedias.

Hors Pistes ofrece a esas travesías un espacio donde manifestarse, a través de un conjunto de fotografías, vídeos o videoinstalaciones y otras actividadesChemins Battus (Caminos Trillados), de Iván Castiñeiras Gallego, es una instalación interactiva de 2016 que nació en el campamento de Calaís y en la que el artista invita a que las personas que viven o han vivido una experiencia migratoria dejen un testimonio de su recorrido en un mapa.

Chemins Battus (Caminos Trillados), de Iván Castiñeiras Gallego.

Les Traversants (Los que cruzan), 2017, de Nicolas Clauss, un vídeo en tres pantallas que recoge la experiencia del artista en el otoño de 2016 a bordo del portacontenedores Guyane durante una travesía de dos semanas en un viaje desde el Mediterráneo al Atlántico. Para el artista marsellés, «más que el destino, lo importante es el movimiento incesante del buque, el movimiento de mercancías, la superposición de las escalas, la economía globalizada y las miradas individuales”.

Les Traversants (Los que cruzan), de Nicolas Claus, 2017.

Raphaël Faon presenta Crises des migrants (Crisis de los inmigrantes), 2016, una serie de fotografías digitales que parten de los reportajes sobre la crisis de los migrantes difundidos por canales de televisión y que el artista transforma en un testimonio de todo aquello que no se muestra: los migrantes invisibles, los desconocidos que mueren y sin posibilidad de duelo. «Son imágenes espectrales y, sin embargo, silenciosas y serenas, liberadas del furor de los comentarios fuera de campo de los platós televisivos, y plácidas a pesar de la gravedad del tema del éxodo de los migrantes, que arriesgan la vida al enfrentarse a las olas”, explica Faon sobre este trabajo.

Crises des migrants (Crisis de los inmigrantes), de Raphaël Faon, 2016.

El español Isidro López-Aparicio en su videoinstalación Mare Nostrum. On understanding …, 2005, muestra el remar continuo de una persona que intenta escapar de la costa europea hacia la africana. Miles de personas lo hacen en dirección contraria huyendo de la miseria. Un acto simbólico que rompe la lógica con el fin de ponerse en el lugar del otro, sentir el mar: un espacio inmenso de peligroso tránsito hacia la esperanza. Esta acción reiterada se genera a partir de conductas que López-Aparicio ha desarrollado en sus procesos artísticos, en los que el absurdo llama a la reflexión y la inversión de lo habitual permite adoptar otro punto de vista. En un espacio caliente donde las pateras parten de África con destino a Europa, un ciudadano europeo hace el proceso inverso; se aleja, pero el propio sistema lo impide y le protege para devolverlo nuevamente a su costa.

Mare Nostrum. On understanding …, de Isidro López-Aparicio, 2005.

Canto VI (2005), de Rogelio López Cuenca, es una reflexión a través de un vídeo sobre cómo la hospitalidad que ha sido considerada históricamente como una característica fundamental de la vida en común y una marca distintiva de la humanidad civilizada, en nuestro tiempo ha sido definitivamente desplazada por la mercantilización, es decir, la hostelería. Para el capitalismo contemporáneo solo tiene valor aquello susceptible (vidas, cuerpos, experiencias…) de ser transformado en mercancía: es lo que marca la exclusión.

Canto VI, de Rogelio López Cuenca, 2005.

Alba Moreno & Eva Grau presentan Introduction to time travel, 2016, una videoinstalación que surge tras una primera visita de las artistas malagueñas a una playa geotermal. De allí surgieron los planos que forman parte del proyecto, que ha evolucionado para convertirse en una especie de “pautas” o “instrucciones” que, como si de una guía se tratase, intentan hacer entrar al espectador en un estado meditativo desde el que logre “viajar en el tiempo”.

El chileno Enrique Ramírez reflexiona en su vídeoinstalación Pacífico (2014) sobre las consecuencias del golpe de estado en Chile y las personas detenidas y «desaparecidas». Como explica el artista: «Diez años después de la Comisión Verdad y Reconciliación, el Estado democrático chileno instaló una ‘Mesa de diálogo’ para volver a participar en el proceso de negociación colectiva de nuestra reciente historia política. El objetivo consistía en dar respuesta a dos interrogantes. ¿Fue el golpe militar una operación de ‘rescate’ de la sociedad chilena, como sostienen las fuerzas armadas, o bien la destrucción violenta del orden institucional democrático? El segundo objetivo se centró en la búsqueda de información sobre el paradero de las personas detenidas y desaparecidas. Estas desapariciones pesan como una losa sobre la conciencia colectiva nacional. El ejército insiste en la inevitable desaparición de los cuerpos, y la frase ‘lanzado al mar’ rubrica cada nombre de una lista incompleta».

Pacífico, de Enrique Ramírez, 2024.

Además, Enrique Ramírez ha realizado la instalaciónVela N3: Vela migrante, 2017, una reflexión sobre cómo una vela en su desplazamiento es un ser libre a la vez que un objeto migrante y una metáfora sobre cómo los elementos constitutivos de una vela son también los elementos necesarios para sobrevivir en un mundo cada vez más ajeno. Ramírez llama la atención sobre cómo olvidamos la historia cada vez más deprisa, mientras el mundo comienza a repetirla. «Es fácil olvidar nuestra historia, como parece fácil lanzarse en un velero a navegar hacia el principio del horizonte».

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