Artista invitado de esta edición de Estampa, Luis Gordillo presenta en Matadero Madrid una exposición con veinte piezas. En ella su serie Oxigenando tiene un peso específico importante por el número, aunque para él la «estrella» es el tríptico Payseyes 2. Comparte con nosotros su forma de trabajar y de hacer evolucionar su obra
«Ya te digo que yo llevo muchas cosas a la par, si no me vuelvo loco y no trabajo bien. En una pared pongo una serie de cuadros en otra pongo otros y voy como si fuera un juego de tenis. Me descansa mucho. Estoy mirando allí y haga pun-pun-pun, pero me doy la vuelta y miro el otro y… hago lo mismo, a veces hasta con el mismo color», nos cuenta Luis Gordillo (Sevilla, 1934) divertido mientras empieza el montaje de la exposición que le dedica Estampa en esta edición. Situada en un corredor ancho, cerca de uno de los accesos, deja a un lado las obras de la serie Oxigenando y al otro el tríptico Payseyes 2 y una pieza realizada interviniendo sobre fotografía. Unas frente a otras, como lo que contaba de su estudio (el retrato que abre este texto está tomado en su estudio por Pilar Linares).
Gordillo toma el relevo a Juan Uslé, artista invitado en la pasada edición (pincha aquí para leer lo que en Descubrir el Arte contamos en aquella ocasión), pero a diferencia de Uslé que trabajó con el comisario Mariano Navarro, Gordillo ha decidido comisariar su propia exposición y para ella ha escogido lo más cercano en el espacio y en el tiempo. «He traído cosas que tenía cerca, en el estudio, cosas con las que estaba liado». La muestra no pretende ser un reflejo del conjunto de su trabajo, sino una incursión en dos de los proyectos que le interesan ahora. Dos de muchos: Gordillo insiste en que lleva «muchas cosas a la par». Para esta exposición descartó las pinturas: «Podría haber traído cuadros pero los cuadros son muy grandes y al momento con dos o tres ya está todo lleno y prefería traer un material un poquito más tranquilo».
Por un lado está Oxigenando. «Son unos papeles con una base digital que yo hice hace unos años y estaban por allí, por el estudio. Sobre la base digital he trabajado de nuevo con collage de los mismos papeles, con papeles alterados, con pintura. He estado dándole vueltas. Estaba haciéndolo cuando me invitaron aquí. No he tenido que alejarme mucho del estudio». El artista sevillano, reconocido como Premio Nacional de Artes Plásticas (1981) y Premio Velázquez a las Artes Plásticas (2007), entre muchos otros galardones, tiene claro que «Oxigenando no es mi OBRA (en mayúsculas), es una derivación. Es, pues eso, un trabajo específico que quizás no tenga continuación más adelante». Lo tenga o no, ahora está aquí y es una muestra estupenda del particular universo de alguien a quien a menudo reconocemos por enfrentar/sumar formas e imágenes que en un momento dado pueden repelerse o hacer todo lo contrario. Gordillo fuerza la evolución de las obras, a menudo apoyándose en medios fotomecánicos y digitales que multiplican las posibilidades de la imagen que se desdobla, se pliega, se repite. Las formas se reproducen, conforman laberintos, experimentan con los reflejos, con la seriación, con la descomposición y las simetrías invertidas en un lenguaje explosivo. Con una paleta cromática limitada pero intensa, el título de Oxigenando está relacionado en parte con el color y en parte con «esa sensación que tienes cuando te metes debajo del agua y ya no tienes aire; entonces sales… Es un poco esa impresión la que me dan a mí; algo así como activo».
Si Oxigenando toma el nombre de una impresión, Payseyes 2, la obra que él describe como la «estrella» de la exposición, alude a un tríptico suyo que pertenece a la colección del Museo Reina Sofía. Se trata de un acrílico sobre lienzo, «un cuadro que ya tiene un montón de años, y es esa sensación entre paisaje y unos ojos». Trabajando en este nuevo tríptico «no sé por qué me acordé del otro y digo bueno pues Payseyes 2″. Otra forma de evolucionar sobre la propia obra. «Aquí hay de todo. Está muy, muy trabajado. Parte de unos pequeños collages que eran como postales, había fotos mías mezcladas con cuadros míos. Esto lo reprodujeron en la revista Exit. Me ilusionó que lo hubieran reproducido y entonces me puse en serio a trabajar la idea. Primero la amplié y la he trabajado mucho con ordenador; las fotos no eran muy buenas, eran fotos básicas, entonces he estado mejorando la calidad fotográfica, alterando cosas de color y eso. He trabajado mucho a nivel digital sobre la foto. Después empecé a pegar cosas encima: trozos de color. Hice otra copia con todo. Y últimamente ya empecé a pintar encima. Ha sido un proceso largo, pero la última fase ha sido un mes». Fotos, pinceles, pantallas y teclado, collage…: un ir y venir constante que en este caso se materializan en una obra intensa, en cierto modo desconcertante y cargada de energía.
Además de esta exposición monográfica, Luis Gordillo está representando en los stands de algunas galerías (por ejemplo, en el de la valenciana Luis Adelantado) y el domingo 25 a las 12:30 participará en el Foro Colecciona.