Daniel Enkaoua expone en el Museo de Montserrat cincuenta obras figurativas en torno al título «Montaña Humana». Este es una referencia al influjo de la estructura geomórfica de Montserrat ha ejercido sobre el artista. Comisariada por Àlex Susanna, puede visitarse hasta el 2 de octubre
«Lo que Daniel Enkaoua busca son presencias. Apariciones. Por eso una exposición como esta no es sino una profunda galería de presencias que nos interpelan y emocionan. Que emergen con calma y ponderación hasta llegar a ser plenamente ellas mismas», con estas palabras el comisario de la exposición Montaña Humana, Àlex Susanna (director de la Agencia Catalana de Patrimonio Cultural) sintetiza esta monográfica que viene a ser un compendio de la década que Enkaoua lleva viviendo en Cataluña, tras haber pasado veinte años en Israel. La muestra ocupa, hasta el 2 de octubre, la Sala Daura del Museo de Montserrat, situado en la Abadía de Montserrat.
Daniel Enkaoua delate de su obra Natan et Sarah en rouge, 2012-15, óleo sobre tela.
190,3 x 250,5 cm.
Montaña Humana reúne cincuenta obras, fundamentalmente retratos, naturalezas muertas y paisajes, y lo hace bajo este título porque el paisaje de Montserrat ha sido clave en la producción de muchas de sus obras: la fascinación que sobre él ha ejercido hace que algunos retratos se desplieguen como auténticos paisajes.
Por la muestra se repiten los motivos recurrentes de Enkaoua: sus cuatro hijos, su mujer, calabazas, membrillos, puerros, el Penedès… Con ellos, según explica el comisario, «compone su particular sinfonía de agradecimiento. El arte, pues, como acción de gracias, y la pintura como uno de los medios más eficaces para revelar toda la carga de misterio, sentido y belleza que puede contener el más pequeño vestigio de realidad».
Aure et le manteau de Sarah, por Daniel Enkaoua, 2012, óleo sobre tela 195 x 114 cm.