La exposición Futuro inmediato. Impresiones 3D reúne en D-Espacio de CentroCentro Cibeles una treintena de proyectos realizados con impresoras 3D. De muy distintas tipologías y construidos con materiales diversos, los diseños seleccionados por la comisaria Ana Domínguez Siemens articulan interesantes cuestiones sobre los cambios de todo tipo (sociales, económicos, culturales…) que entraña esta tecnología. En Madrid, hasta el 26 de junio
Zapatillas, juguetes, sillas, jarrones, gafas o un puente. Las piezas que conforman la exposición Futuro inmediato. Impresiones 3D son heterogéneas y dispares en cuanto a usos y procedencias, pero coinciden en la tecnología con la que han sido fabricadas: la impresión 3D. Considerado como la tercera revolución industrial, este procedimiento supone un cambio radical en los métodos de producción, con consecuencias que trascienden a muchos ámbitos: el comercio y el consumo, la propiedad intelectual, los materiales, el empleo, las relaciones laborales… Sin lugar a dudas, ha supuesto un antes y un después cuyas consecuencias se harán más patentes cuando la tecnología, que ya ha cumplido dos décadas, se abarate y su acceso sea más generalizado.
Esta muestra en D-Espacio de CentroCentro Cibeles (Madrid) invita a pensar sobre este futuro que ya estamos viviendo. Como el resto de exposiciones que organiza la comisaria Ana Domínguez Siemens en este espacio expositivo, aquí la selección no solo quiere mostrar un universo, sino abrir también una puerta a la reflexión. Por eso junto a objetos como la veterana Solid C2 de Patrick Jouin de 2004 (la primera pieza de mobiliario realizada en impresión 3D en una sola pieza), se proyectan vídeos que nos acercan a, por ejemplo, las tripas del proyecto de puente en Ámsterdam de Joris Laarman Lab con la compañía MX3D (fotografía superior), a un experimento interesante de Markus Kayser que combina luz solar, arena del desierto e impresión 3D o a una controvertida cuestión: la fabricación de armas a través de impresoras 3D.
Además de la tecnología, el otro aspecto común de los propuestas presentadas en CentroCentro es la calidad. Entre ellas se encuentra un proyecto didáctico: los juguetes diseñados por niños en los talleres «La fábrica de monstruos» organizados por Los Hacedores (Adam Jorquera y Javier Gordillo), escuela especializada en impresión 3D situada en Madrid; o varios ejemplos de la debilidad que siente el diseñador israelí establecido en Londres Assa Ashuach por la innovación y su facilidad por crear piezas cálidas y bellas con alta tecnología. Las zapatillas de Ignacio García, los colgantes de Lotococho o las gafas que diseñara Ron Arad son otras interesantes y atractivas muestras con las que desechar aquello de que la imagen de la técnica ha de ser fría.
.