Sus obras tienen una gran carga simbólica y referencias figurativas porque parten del concepto humano, el cuerpo, pero con el paso del tiempo se han ido depurando hasta llegar casi a la abstracción. El escultor habla con Descubrir el Arte sobre su trabajo y sus proyectos
PREGUNTA. Aunque su escultura ha ido derivando cada vez más a la abstracción, sigue teniendo ciertas referencias figurativas. ¿Por qué y cómo se ha producido esa transición?
AUGUSTO ARANA. Yo creo que mi escultura ha seguido un proceso natural, un camino lógico y coherente con mi planteamiento estético, y que es producto de muchos años de trabajo.
Mi escultura tiene referencias figurativas porque parte del componente humano, y el cuerpo sigue estando presente en mi obra, al menos de partida. Lo que ha ocurrido es que se ha ido depurando y esencializando, pero mantiene una gran carga simbólica.

Unno, acero corten. Arriba, retrato de Augusto Arana en su taller, de Custo Tejero.
P. Desde el año 2010 le ha interesado especialmente la esfera, hasta culminar en su exposición La esfera íntima en la Casa de Iberoamérica de Cádiz en 2014…
A. A. Desde siempre esta figura geométrica ha atraído a muchos artistas, quizá porque es la forma enigmática. En mi caso, en principio fue un planteamiento de cambio porque hasta entonces venía realizando una escultura tendente al plano y necesitaba darle un giro a mi obra. La esfera la he utilizado como pretexto para partir de un volumen rotundo. En definitiva, la esfera le ha proporcionado a mi escultura la volumetría que necesitaba, incluso a nivel compositivo, ya que de las secciones practicadas obtenemos las líneas que necesito para construir.

Crecimiento, acero corten, 2013, 260 x 80 x 106 cm.
P. ¿Es muy importante para usted el dibujo, el boceto, a la hora de construir la pieza? ¿Es fundamental para un escultor dominar el dibujo?
A. A. Los bocetos son la plasmación de la idea en papel, que normalmente para el escultor son dibujos resueltos linealmente en términos tridimensionales. Dibujamos varias perspectivas con el fin de ir aclarando las ideas; esto es previo a lo que serían las pequeñas maquetas y, por supuesto, son importantes porque en ellos se encuentra la esencia de la idea que queremos representar o abordar, al menos de la que partimos para luego desarrollar la obra definitiva.
Tanto para un escultor como para cualquier artista plástico es fundamental dominar todo el proceso y el dibujo por supuesto forma parte de él.
En cuanto al dibujo como obra autónoma no cabe duda de su importancia, aunque en mi trabajo tiene un propósito más proyectual y no como lenguaje en sí mismo. Lo que sí hago son composiciones en papel como complemento a la obra tridimensional.

Esperante, acero corten, 2013, 105 x 179 x 112 cm.
P. Háblenos de su proceso creativo…
A.A. En cuanto a mi proceso creativo, yo no soy muy ortodoxo en cuanto a seguir una norma, ya que la inspiración puede venir de cualquier sitio, de unas sombras, de una obra anterior, de distintas sensaciones y estados de ánimo…
Lo importante es no dejar escapar la idea cuando surge, y luego, a través de un proceso de depuración, ir aclarando esos dibujos hasta tener perfectamente definida la idea que queremos representar.
Es aquí donde está el verdadero trabajo de creación. A continuación, una vez que la pieza está creada a pequeña escala es cuando estamos en disposición de llevarla a cabo a tamaño definitivo, aunque le introducimos las mejoras o cambios necesarios para una buena culminación.

Eco, acero corten, 2013, 80,5 x 147,5 x 87 cm.
P. Trabaja sobre todo con acero corten o hierro soldado, pero anteriormente también ha utilizado el bronce y la piedra. ¿Por qué ese cambio? ¿Qué le aportan estos materiales en su trabajo?
A. A. Trabajo con muchos materiales que me interesan. Cada obra te pide cómo materializarse. En mis últimas piezas he utilizado mucho el acero corten, aunque también he utilizado madera y piedra. Como ve, son materiales tradicionales y que he utilizado con anterioridad y a los que siempre recurro. Me gustan por su nobleza, al igual que el bronce, aunque este lo utilizo cuando tengo algún encargo concreto o cuando veo que una pieza tiene que ir en ese material.

Espacio común, acero, 2013, 24,5x 45 x 23 cm. Foto: Custo Tejero.
P. ¿Qué es para usted la escultura?
A. A. La escultura es mi vida. Siempre digo que ya no sabría hacer otra cosa, es mi manera de estar en el mundo, mi pensamiento está enfocado permanentemente a la escultura. De ella me interesa su sentido espiritual, lo que no soy capaz de decir de otra manera. Si analizas mi trabajo veinticinco años atrás las inquietudes son las mismas, ha ido cambiando el enfoque pero poco los contenidos. Ha sido mi forma de expresarme.
P. La pieza escultórica no es solo la propia obra, sino también el espacio que la rodea. ¿Es importante para usted saber en qué lugar y cómo va a estar expuesta la obra?
A. A. Desde luego que es muy importante conocer su emplazamiento y todos los elementos que intervienen en ese lugar y tener claro lo que pretendemos con ella, sobre todo cuando va a ser instalada definitivamente. Pero si se refiere sólo a una exposición, la pieza no se realiza pensando en esa exposición sino que se adecua a la sala o al lugar y al conjunto de piezas que la acompañan.

Detalle de la una de las salas de la exposición La esfera íntima en la Casa de Iberoamérica (Cádiz), 2014. Foto: Custo Tejero.
P. ¿Qué escultores le han inspirado o marcado de alguna manera en su trabajo?
A. A. Muchos. Si hablamos de españoles ha habido escultores muy importantes para la historia del arte, Oteiza y Chillida y, anterior a ellos, Julio González, por citarle algunos que han sido un referente para mí y para parte de mi generación. De cada uno de ellos me quedo con la que es más afín a mi trabajo. El arte se nutre del arte y cada época tiene sus referentes indiscutibles.
P. ¿Qué salidas tiene un escultor hoy en día: la obra pública?
A. A. En estos momentos tenemos muy malas expectativas en cuanto a las ventas y la obra pública casi no existe. La crisis está destruyendo el proyecto vital de muchas personas y familias. La gente lo está pasando muy mal, y el arte se encuentra en el último escalón de prioridades, pero tenemos que pensar que es necesario, tenemos que recuperar la ilusión.

Detalle de la una de las salas de la exposición La esfera íntima en la Casa de Iberoamérica (Cádiz), 2014. Foto: Custo Tejero.
P. Ha ganado muchísimos premios en concursos y ha recibido algunos encargos sobre un tema concreto, como el monumento al Viticultor de Trebujena. ¿Cómo se enfrenta al hecho de realizar una obra digamos, de “encargo»?
A. A. Cuando los proyectos tienen que responder a las exigencias de un encargo, como decía un amigo mío, “ahí es donde se tiene que demostrar la genialidad”. Así al menos ocurrió a lo largo de la historia del arte.
Pero tendríamos que diferenciar dos tipos de encargo: cuando tienes que afrontar un tema concreto desde tu propia óptica o cuando se te impone el contenido formal de la obra en cuestión. En el primero eres más libre, más tú, en el segundo caso intentas contentar al peticionario mostrándote lo más libre posible.

Olhador.
P. ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
A. A. Aún no he dado por finalizada la obra a partir de la esfera, tengo muchas piezas por materializar, así que seguiré trabajando sobre ella cuando acabe un monumento a Federico García Lorca que se va a instalar próximamente en Trebujena.
Ángela SANZ COCA