PHotoEspaña 2015

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PHotoEspaña nos acerca a la realidad, frente y tras el objetivo de la cámara fotográfica. En la galería Bat Alberto Cornejo la exposición «3 mujeres, 3 miradas» reúne a las fotógrafas Irene Cruz, Sheila Pazos y Leticia Felgueroso. Cada una presenta un discurso muy personal, y por lo tanto muy dispar entre ellas, pero que ejemplifica muy bien tres maneras de jugar con la fantasía basada en su propia experiencia

Repasamos en este post todas las exposiciones de PHotoEspaña 2015 (pincha aquí para ver el calendario de inauguraciones). También en nuestro número Descubrir el Arte 196 (ya a la venta en los quioscos y en quiosco.arte.orbyt.es o en Tienda), Marie-Geneviève Alquier B. publica un artículo en el que, además de asegurar que “el arte latinoamericano es uno de los más pujantes e innovadores del panorama mundial”, da las claves para valorar algunas de las propuestas más interesantes.

3 mujeres, 3 miradas. Galería Bat Alberto Cornejo. Hasta el 9 de septiembre

Recrear, reinventar y alimentarse de imaginación son cualidades dignas de admirar a todo creador. No sólo por la capacidad de que éstas resulten inagotables a lo largo de la carrera del artista, sino porque se manifiestan de forma contundente en cada pieza e imagen que van construyendo. Es el caso de estas tres fotógrafa, seleccionadas por la galería madrileña para protagonizar la exposición respectiva del Festival Off de PHotoEspaña.

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«Libro I»,2011, de Leticia Felguroso.

Nada de lo que se nos aparece en las fotografías expuestas responden a una realidad objetiva y tangible: el espacio, el color y las dimensiones distorsionan la visión para reflejar una experiencia subjetiva. Por ello, la intimidad es la gran protagonista con la que buscan que el espectador haga su propia lectura y se divierta con estos mundos de fantasía, tan estridentes y surrealistas en las obras de Sheila Pazos, tan narrativos en las Leticia Felguroso, tan calmados y misteriosos en las fotografías de Irene Cruz.

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«Nadine», 2013

Respecto a sus carreras profesionales, Cruz es licenciada en Publicidad y RRPP, y en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid. Ha ganado varios premios entre ellos, el Primer Premio en el Concurso de Fotografía de Iberdrola en el 2014, y ha participado en más de 120 exposiciones. Por otra p arte, Leticia Felgueroso obtuvo el título de Bellas Artes también en la Universidad Complutense en 1987mientras compaginaba desde un año antes, su trabajo con Ouka Leele, y posteriormente con numerosas publicaciones en prensa y portadas de discos.

Por último, Sheila Pazos es Premio Fin de Carrera por la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, y  ha cursado además dos másters, uno en modelaje y animación 3D, y otro en Arte Contemporáneo, Creación e Investigación en la Universidad de Vigo. Hasta la fecha ha participado en ferias como Room Art Fair, JÄÄL PHOTO, o Cuarto Público.
Mario Cravo Neto.Mitos y ritos. Hasta el 30 de agosto

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Mario Cravo, «Neto Bahía», 1995.

El itinerario de Mario Cravo Neto (Brasil, 1947-2009) comenzó por las artes plásticas, pero este creador brasileño pasaría finalmente a ser conocido por sus trabajos fotográficos, especialmente los de sus últimos años, a raíz de un accidente de automóvil que le confinó a su estudio. De obra dispar, donde se alterna la fotografía de calle de sus primeros años con las composiciones y retratos, cuyos modelos son miembros de su propia familia. Varios ejes atraviesan su obra: la violencia latente, la presencia de la religión en la vida cotidana, el sincretismo cultural y espiritual de los pueblos de América y el erotismo de los cuerpos desnudos.

La muestra Mitos y Ritos, que se puede ver en el Pabellón Villanueva del Jardín Botánico de Madrid, se estructura en tres apartados: imágenes de las calles de Nueva York en las que predomina un aura sombría, desasosegante donde se percibe la inminencia de un acontecimiento sórdido. Una visión atípica de la gran ciudad estadounidense que no ve rascacielos ni casi personas, sino augurios y presagios, en escenas en las que el fotógrafo huye del relato simple y cualquier posible glamour fácil.

La segunda parte se centra en la obra más conocida de Cravo Neto, en los que usando a sus familiares como modelos, congela momentos de los rituales de candomblé, y combina seres humanos, animales y herramientas en unos bodegones en blanco y negro, de extraordinaria belleza, que rozan el surrealismo.

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Mario Cravo, «Neto Ode», 1989.

Por último, la tercera parte del recorrido lleva al espectador a las calles de Salvador de Bahía, donde de nuevo, como ocurre en Nueva York, no le llama la atención el monumento o el bullicio, sino el instante que habla de cuerpos trabajando, de combinaciones de colores, claroscuros y fragmentos de realidad donde asoman destellos de los desconocido y la presencia, que todo lo impregna, de esa religión tan mestiza como el propio país del artista.

MANUEL CARRILLO. Mi querido MéxicoLázaro Galdiano. Hasta el 30 de agosto

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Manuel Carrillo. Rebozo en el aire, 1958. © Manuel Carrillo. Cortesía Universidad de Texas en El Paso.

 El Museo Lázaro Galdiano se adentra con esta muestra  en la trayectoria de Manuel Carrillo, desarrollada a lo largo de los casi cincuenta y cinco años, que arrastra desde que en 1960 se celebrase su primera exposición en Chicago.El fotógrafo mexicano, como muchos otros de su generación, optó por la lente y el objetivo fotográfico para mirar y capturar la realidad más próxima a él; en su caso, la época postrevolucionaria mexicana.

El motor de su trabajo fue cuando, tras vivir diez años en Estados Unidos, regresa a su país natal en 1930 y comienza a trabajar como agente federal de la oficina de la Illinois Central Railroad.

Un aspecto interesante de sus fotografías es el eco de otros grandes fotógrafos contemporáneos suyos, de los que recibió una fuerte influencia, y que como él,se plantearon documentar las circunstancias de occidente allá donde iban; hablamos de Ansel Adams, Paul Strand o Edward Weston. En esta exposición se podrán ver algunas de sus piezas, donde se señala bien el planteamiento poético de la imagen como su carácter documental.

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Manuel Carrillo. Preparándose para un día de trabajo, 1970. © Manuel Carrillo. Cortesía Universidad de Texas en El Paso.

En palabras del comisario, Stuart A.Ashmaen, las fotografías de Manuel Carrillo “ son testigos de una época en la que México sufrió grandes cambios políticos y transformaciones sociales (…) su trabajo es un factor decisivo para la visión que el país tenía de sí mismo, y la que tenía de éste el resto del mundo “.

Los ganadores de nuestro concurso del Museo Lázaro Galdiano han sido:Sheila Sáenz López, José Miguel Elorriaga, Irene Tena Roldán,Alba Pérez, Miguel Mirón Pérez, Alba María Caballero Bravo, Pilar Conde Cenamor, Alba Márquez Casares, Miguel Lorenzo Llamas, Cristina Moreno Ortega, Laura Carro Abarrategui, Fernando Canillas del Rey, Susana Pascual García ¡Feliz verano y disfrutad de las entradas!

CONSTRUYENDO MUNDOS. Fotografía y arquitectura en la era moderna. Museo Ico, Madrid. Hasta el 6 de septiembre

Casas de madera y una valla publicitaria, 1936 © Walker Evans Archive, The Metropolitan Museum of Art.

Esta exposición, organizada por el Barbican Centre de Londres y comisariada por Alona Pardo y Elias Redstone,llega ahora a Madrid después de haber recalado en Londres y Estocolmo. Con ella, a través de las obras de 18 fotógrafos, se descubren cambios sociales que van más allá de levantar estructuras (que también). La arquitectura moderna es una magnífica excusa para mostrar, por ejemplo, las huellas que en la ciudad y en la forma de vivir dejan el crecimiento provocado por la industrialización o por los conflictos bélicos. La primera parada, con la que se inicia el recorrido propuesto en el Museo Ico por casi un siglo de arquitectura, es en Nueva York, con el objetivo de la fotógrafa Berenice Abbott que recoge cómo la ciudad crece en altura y cómo influye en sus ciudadanos, Son fotografías en blanco y negro, como también lo son las de Walker Evans de la América rural: documentos cargados de lecturas sociales. El color aparece en las fotos de Julius Shulman, que los comisarios han catalogado como más pop; son imágenes soberbias e imprescindibles para conocer algunos de los emblemas de la arquitectura moderna en Estados Unidos. Este fotógrafo construía una puesta en escena capaz de mostrar con la arquitectura un estilo de vida.

Museo Judío de Berlín, Daniel Libeskind, Sin título 7, julio de 1997. Cortesía de Hélène Binet.

También se refleja en esta exposición la especialcomplicidad y empatía que surge entre determinados fotógrafos y arquitectos (hay dos casos muy claros representados: Lucien Hervé y Le Corbusier y Luigi Ghirri y Aldo Rossi) y la labor del fotógrafo como un artista capaz de interpretar la realidad a través de su objetivo que se fija en construcciones, ya sean estas conocidas o anónimas, ya sea confiriendo un valor más frío y documental o más poético e intimo. La fotografía que encabeza este artículo es un proyecto de Aldo Rossi, fotografiado por Luigi Ghirri,Cementerio de San Cataldo, Módena; el osario en invierno, 1986. © 2014 Eredi Luigi Ghirri. Cortesía Luigi Ghirri Estate.

Luisa Lambri se acerca a la arquitectura fijándose en detalles íntimos que tienen que ver con cómo se habitan los espacios, como lo hizo en una de las casas de Frank Lloyd Wright: allí en vez de retratar la fachada u otro elemento representativo de la construcción, recoge mínimas filtraciones de luz natural en el interior de la vivienda.

Las fotos de Hélène Binet del Museo Judío de Berlín dan la razón al autor de este proyecto, el arquitecto Daniel Libeskind, cuando afirma que “cada vez que Hélène Binet hace una foto expone los logros, la fortaleza, el patetismo y la fragilidad de la arquitectura”. Son imágenes con muchísima fuerza y que encierran, entre esos muros, una expresividad enorme.

Iwan Baan, fotógrafo contemporáneo muy solicitado entre los arquitectos, presenta un proyecto muy personal que documenta la ocupación de la Torre David en Caracas. A propósito de este trabajo, en el catálogo editado para la exposición se plantea una cuestión interesante: “¿O descubre [Iwan Baan] quizá un ejemplo inspirador del poder colectivo de gentes desposeídas capaces de superar cualquier dificultad para crear una comunidad operativa y con aspiraciones, haciendo crecer un músculo aún esbelto pero sano sobre los huesos de la modernidad capitalista?”.Este edificio refleja una realidad muy distinta de la que inspiró su creación; cada una de las magníficas fotos que recoge la exposición del Museo Ico nos acercan a realidades muy diversas, a las que merece la pena asomarse a través de estas dieciocho miradas.

Para los lectores interesados en el número de Agosto, ya en quioscos, se dedica  a esta exposición un artículo escrito por Miguel Barahona.

 

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