El diseño del mundo es la mayor exposición realizada del genio renacentista en Italia y que podrá verse en el Palacio Real de Milán hasta el 19 de julio. Después de cinco años de trabajo, se han podido reunir más de 200 obras, 43 pinturas de Leonardo y otros artistas (Botticcelli, Lippi o Verrocchio), 20 esculturas, 108 dibujos y 40 páginas de códices procedentes de un centenar de museos e instituciones internacionales. Se exhiben, entre otras muchas, el famoso Retrato de músico, El hombre de Vitrubio o la Belle Ferronnière
Fue inaugurada el día en que coincidía con el aniversario del nacimiento del pintor, arquitecto, escultor, escritor, teórico del arte, científico e ingeniero Leonardo da Vinci (Vinci, Florencia, 15 de abril de 1452). Es la mayor exposición dedicada a este genio del Renacimiento realizada en Italia en colaboración entre el Ayuntamiento de Milán y la editorial Skira.
Los comisarios Pietro C. Marani y María Teresa Fiorio han dedicado cinco años de intenso trabajo para que esta gran exposición pudiese ver la luz. Han conseguido reunir más de doscientas obras de un centenar de museos e instituciones internacionales (43 pinturas de Leonardo y otros numerosos autores, 20 esculturas, 108 dibujos y 40 páginas de códices en su mayor parte del principal protagonista) realizadas, entre otros, por Antonello di Messina, Botticcelli, Filippino Lippi, Paolo Uccello, Ghirlandaio, Verrocchio, Ghiberti, Bramante y anónimos de los siglos XV y XVI, entre ellas, 3 pinturas del Louvre y 30 dibujos autógrafos de la colección Windsor –un núcleo llegado de Inglaterra que contextualiza a Leonardo en su época–, así como el famoso Retrato de músico y 38 dibujos del Códice Atlántico, cedidos por la Pinacoteca Ambrosiana, la «casa» milanesa de Leonardo.
Por su parte, el Museo Nacional de la Ciencia y de la Tecnología, que lleva el nombre del gran maestro, ha prestado dos modelos históricos de máquinas –el carro automotor y la maza de fragua– realizados según la interpretación de los dibujos de Leonardo.
El discurso expositivo muestra una visión de Leonardo que ni es mitográfica, ni retórica, ni celebrativa, sino transversal de toda la obra del poliédrico personaje, considerado artista y científico, a través de algunos temas centrales escogidos por los comisarios: el dibujo, fundamental en la obra leonardesca; la continua comparación entre las artes (dibujo, pintura y escultura); la confrontación con lo antiguo; su propensión hacia proyectos utópicos, auténticos sueños como el poder volar o andar sobre el agua; la automización mecánica y otros diseños que lo elevaron a alfil de la unidad del saber por medio del continuo entrelazamiento en su obra entre ciencias y arte.
Con referencia a su actividad en Milán, la ciudad que orgullosamente lo recuerda, cabe indicar que Leonardo se traslada con su familia de Vinci a Florencia, donde entra en el taller de Andrea del Verrocchio, del que fue discípulo y colaborador durante ocho años, hasta que en 1472 se inscribe en la Compañía de los Pintores de Florencia. En 1482 abandona la capital toscana para establecerse en Milán, aunque no se sabe por qué siendo ya treintañero toma la decisión de abandonar Florencia.
Leonardo, con sus virtudes y sus contradicciones, se reafirma en la capital lombarda, donde permanece hasta 1499, justo hasta la caída de Ludovico el Moro, dejando entre otras obras, la Virgen de las Rocas (1483), una estatua ecuestre de Francesco Sforza –que no llegó a fundirse– y el universalmente conocido Cenáculo (1495-97) en el refectorio de Santa María delle Grazie, estas tres obras llenan los documentos y las crónicas de su época milanesa. También realizó la Dama con el Armiño, la Belle Ferronière, Retrato de Mujer y Músico, la maqueta del cimborrio en estilo lombardo de la catedral de Milán, los aparatos para las fiestas sforzescas, las obras hidráulicas, así como algunos proyectos arquitectónicos y, desde al menos 1489, los apuntes y los dibujos de esa enciclopédica actividad teórica que extendió a toda su existencia.
La exposición está dividida en doce apartados, El dibujo como fundamento, Naturaleza y Ciencia de la pintura, La comparación de las artes, La comparación con los antiguos, Anatomía, fisionomía y cambios del ánimo, invención y mecánica, El sueño, Realidad y Utopía, La unidad del saber, De “coelo y mundo”: imágenes de lo divino, Los leonardescos, la difusión de los modelos de Leonardo y Tratado de la Pintura y El mito de Leonardo que muestran las temáticas centrales de su carrera artística y científica, transversal y ampliamente extendida, que abarca los años de su formación florentina con las dos estancias milanesas hasta su permanencia en Francia.
El recorrido expositivo hace hincapié en la vocación que Leonardo tenía hacia la interdisciplinariedad y la ininterrumpida mezcla de intereses, con secuencias que presentan obras autógrafas del artista –pinturas, dibujos y manuscritos– introducidos por las obras de sus predecesores –pintores, escultores, técnicos, teóricos– que contextualizan la aportación de Leonardo en la historia del arte, de la ciencia y de la técnica para ofrecer una visión de la figura del Leonardo artista y científico de su época. Dos secciones finales demuestran el influjo de Leonardo pintor y teórico del arte en tiempos modernos y la formación de su mito, enfocado en la Gioconda.
En las paredes del Palacio Real de Milán cuelgan siete obras maestras pictóricas de Leonardo, como el San Jerónimo de la Pinacoteca Vaticana, la Virgen Dreyfus de la National Gallery of Art de Washington, la Scapiliata (Desmelenada) de la Galería Nacional de Parma, el Retrato de músico de la Ambrosiana y otros tres verdaderos iconos del Museo del Louvre, la Belle Ferronière, la pequeña Anunciación y el San Juan Bautista.
Además, se exponen algunos de los códices originales de Leonardo y un centenar de dibujos autógrafos, como el Códice Trivulziano 2162, o sea el carnet de apuntes autógrafo del mismísimo Leonardo, custodiado en la Biblioteca Trivulziana del Castillo Sforzesco de Milán; 38 dibujos pertenecientes al Códice Atlántico, prestados por la Biblioteca Ambrosiana; 30 de la Colección Windsor; 5 del British Museum, 4 del Gabinete de Dibujos y Estampas de los Uffizi; 5 del Metropolitan y 5 de la Biblioteca Real de Turín junto con otros dibujos cedidos por la Morgan Library de Nueva York y la Fundación Custodia de París. A este valioso contenido, se añaden otros importantes dibujos de pintores coetáneos de Leonardo.
Fuera de la sede expositiva, Milán amplía el homenaje a Leonardo con otras iniciativas, como la reapertura de la Sala delle Asse en el Castillo Sforzesco, que tras una esmerada restauración ha revelado nuevas huellas extraordinarias de la mano de Leonardo, quien trabajó en aquellas estancias durante años al servicio de Ludovico el Moro y, además, en el mismo Castillo se ha puesto a disposición del público dos touchscreen para ojear las páginas del Códice Trivulziano, el libro de apuntes autógrafo del genio florentino en la Pinacoteca Ambrosiana El Mundo de Leonardo y en el Acuario Cívico, Leonardo y el Agua.
Esta exposición de altísimo nivel, la más prestigiosa que tendrá lugar durante el semestre que dura la Exposición Universal de Milán, patrocinada por Bank of America Merrill Lynch –que ha contribuído a la digitalización del Códice Trivulziano de Leonardo en la Biblioteca Trivulziana– forma parte del programa Expoincittá.
Carmen del VANDO BLANCO