Hasta el 21 de junio el pabellón Mies van de Rohe de Barcelona acoge una instalación sonora de este músico y arquitecto. La intervención forma parte del proyecto Transient Senses (sentidos transitorios), y es una reflexión sobre la percepción del espacio y la experiencia estética y sonora
Dentro del proyecto Transient Senses tendrán lugar dos seminarios de investigación en el Goethe Institut de Barcelona y en Sonar+D participarán especialistas internacionales; dos intervenciones en el Pabellón Mies van der Rohe, una, del músico Lucio Capece, dentro de Sonar+D, y la otra de Alex Arteaga, un ensayo de vídeo, en el festival Loop. Además, la Fundació Antoni Tàpies acogerá ensayos de vídeo, audio y texto de Alex Arteaga. Y como «paraguas de todas estas actividades», y hasta el 21 de junio, la instalación sonora de Alex Arteaga en el interior del Pabellón Mies van der Rohe, una intervención que transformará dinámicamente la percepción del espacio y del espacio sonoro.
Este ambicioso proyecto ha sido coordinado por Lluis Nacenta y Alex Arteaga. Nacenta es profesor, escritor, investigador musical y del diseño sonoro. Además de licenciado en matemáticas, es titulado superior en piano y máster en estudios comparativos de literatura, arte y pensamiento y doctor en humanidades. Ha investigado sobre la «interpretación filosófica de las artes del sonido. Es profesor del Máster Universitario de Investigación en Arte y Diseño y del Grado de Diseño de la escuela Eina».
Por su parte, Alex Arteaga ha estudiado piano, teoría musical, composición, música electroacústica y arquitectura en Berlín y Barcelona. Sus investigaciones «integran estética y filosofía en la producción de conocimiento». Actualmente es responsable de la unidad de Investigación de arquitectura auditiva y del departamento de arquitectura auditiva en el máster de estudios del sonido de la Berlin University of Arts.
Transient Senses es un proyecto que gira alrededor de la arquitectura, entendida en sus términos más básicos, estructura, forma y materialidad. Es una reflexión de cómo el espacio interior y exterior condiciona la percepción y el flujo entre el uno y el otro. La filosofía del proyecto parte de los trabajos de Francisco Varela, Evan Thompson y Eleanor Rosch, desarrollado, entre otros teóricos, por Shaun Gallagher, Ezequiel Di Paolo, Thomas Fuchs, o Dan Zahavi.
El proyecto se cuestiona si la arquitectura puede ser una condición en la aparición del sentido. A partir de esta pregunta, los artistas reflexionan sobre la «interacción inmediata, sensual, preestética entre los cuerpos humanos y su entorno construido, y se ponen las bases parar entender la experiencia estética de la arquitectura y abrir vías de participación a través del arte».
A través de diferentes lenguajes artísticos, en este proyecto participan desde arquitectos a estudiantes de doctorado de la escuela de arte dramático de la Berlin University of the Arts y alumnos del Máster Universitario en Investigación en Arte y Diseño de Eina y de la UAB. Este amplio proyecto es muy enriquecedor porque pone en contacto a artistas, pensadores, investigadores y alumnos de diferentes universidades y escuelas que trabajan con la arquitectura y el diseño, el espacio y el sonido.
En el caso de la intervención en el Pabellón Mies van der Rohe se instalarán cuatro altavoces «Ominwave de Bloomline, capaces de producir un sonido difuso. Situados en el exterior del pabellón, los altavoces irán conectados con cuatro pares de micrófonos situados en el exterior. El desplazamiento de los sonidos de fuera hacia dentro, sometidos a un procesamiento en tiempo real, producirá un incremento de la transparencia auditiva y una alteración dinámica del sonido en el interior del pabellón, como si los muros se desvanecieran y el espacio se convirtiera en un flujo continuo».