El Calvario de Rogier van der Weyden: una restauración ejemplar para una exposición imprescindible

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El Museo del Prado inaugura una muestra dedicada al maestro flamenco que incluye cinco obras de su fehaciente autoría, entre ellas el Calvario, una indiscutible obra maestra de la historia de la pintura que ha recuperado todo su esplendor gracias a una elogiable restauración que ha durado cuatro años. Un total de casi veinte piezas que se podrán ver hasta el 28 de junio

Que el Taller de Restauración del Prado se encuentra entre los mejores del mundo era algo sabido y reconocido, pero la intervención realizada sobre la obra el Calvario, de Rogier Van der Weyden, frisa la excelsitud. Datada –por medio del análisis dendrocronológico de las tablas de madera sobre las que fue pintada– en el periodo final de la vida del pintor, entre 1457 y 1464, año de su muerte, se sabe que esta pintura fue donada por su autor a la cartuja de Scheut, en Bruselas, y posteriormente trasladada a España, durante el reinado de Felipe II, e instalada finalmente en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde ha permanecido desde 1574.

El Calvario, por Rogier van der Weyden, óleo sobre tabla de roble, h. 1457-64, Patrimonio Nacional. Real, Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

El Calvario, por Rogier van der Weyden, óleo sobre tabla de roble, h. 1457-64, Patrimonio Nacional. Real, Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Esta foto muestra la obra ya restaurada.

El envejecimiento producido por más de quinientos años de «vida», así como por los diversos cambios de emplazamiento y las intervenciones sufridas a lo largo del tiempo, algunas de ellas poco afortunadas, habían provocado un deterioro notable tanto del soporte como de las calidades pictóricas de la obra, distorsionadas y, sobre todo, oscurecidas por repintes y aditamentos posteriores.

La figura de San Juan cubierta por repintes.

La figura de San Juan cubierta por repintes.

Devolver la condición original a la gama cromática empleada por Van der Weyden y recuperar la tridimensionalidad de las figuras han sido los objetivos esenciales de la actual intervención, realizada entre 2011 y 2014, y en la que han colaborado el Museo del Prado, la Fundación Iberdrola y Patrimonio Nacional, institución a la que pertenece la obra. Esta actuación ha tenido como procesos básicos, además del imprescindible estudio previo y la limpieza preliminar, la eliminación de los añadidos, la reposición con estuco tradicional de las zonas dañadas y, finalmente, la reintegración cromática de la superficie pictórica con pigmentos al barniz, discernible de cerca pero inapreciable de lejos, para devolver a la pintura su valor estético y su unidad.

La figura de la Virgen durante el proceso de limpieza.

La figura de la Virgen durante el proceso de limpieza.

Asimismo, el proceso de restauración integral de la obra ha supuesto la intervención del soporte, formado por catorce tablas de roble del Báltico, con una superficie total de 3,24 por 1,94 metros. Dirigida por el restaurador del Museo del Prado José de la Fuente, uno de los mejores especialistas en restauración de madera de todo el mundo, esta intervención ha consistido en la recuperación de la estabilidad y el equilibrio de la tabla a través de la creación de un soporte secundario adaptado a la curvatura y las deformaciones de la estructura original, a la que se encuentra unido por medio de una serie de muelles. Este nuevo bastidor ha supuesto una mejora que facilita tanto la manipulación como la preservación de la obra, al permitir la dilatación, contracción y flexión naturales de la madera.

La grieta central antes de comenzar la intervención.

La grieta central antes de comenzar la intervención.

El resultado de todo este magnífico trabajo puede contemplarse ahora en la exposición dedicada al pintor flamenco que la pinacoteca madrileña ha inaugurado hoy, y que, además del Calvario, incluye algunas de sus obras más importantes, como el Tríptico de Miraflores (antes de 1445), de la Gemäldegalerie del Staatliche Museen de Berlín, el Tríptico de los Siete Sacramentos (h. 1450), del Koninklijk Museum voor Schone Kunsten de Amberes, el Descendimiento (antes de 1443) y la Virgen con el Niño, también conocida como Virgen de Durán (1435-38), estas dos últimas pertenecientes al Museo del Prado.

La obra antes de la restauración.

La obra antes de la restauración.

Además, la muestra contrasta los temas iconográficos tratados por Van de Weyden con el tratamiento que de los mismos realizaron algunos de sus coetáneos, y analiza la repercusión que su innovador estilo compositivo y pictórico tuvo en los artistas flamencos y españoles del siglo XV. Sin duda, una oportunidad única para ver reunidas algunas de las obras más bellas de uno de los grandes maestros de la pintura universal, antes de que el Calvario regrese a su secular emplazamiento en El Escorial, donde podrá seguir siendo contemplado con su recuperado esplendor.

La figura de San Juan tras la restauración.

La figura de San Juan tras la restauración.

Nota de la Redacción: El número de abril de nuestra revista incluye un artículo, escrito por la especialista María Cóndor, que analiza tanto la exposición Rogier Van der Weyden como la figura y la trayectoria del pintor flamenco.

Tríptico de Miraflores, por Rogier van der Weyden, óleo sobre tabla de roble, antes de 1445, Berlín, Gemäldegalerie, Staatliche Museen. Arriba, detalle de El Calvario.

Tríptico de Miraflores, por Rogier van der Weyden, óleo sobre tabla de roble, antes de 1445, Berlín, Gemäldegalerie, Staatliche Museen. Arriba, detalle de El Calvario.

Francesc FABRÉS

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