El 3 de octubre se inaugura en la Galerie Alfican de Bruselas la exposición Metamorphosis, con los dibujos, grabados y pinturas de Valentín Kovatchev, de una gran carga onírica y poética
El catálogo de Metamorphosis comienza hablando de Leonardo da Vinci, como un homenaje al artista renacentista que en esta exposición juega también un papel. Su Gioconda, sus retratos o sus estudios para fabricar máquinas son tomados por el pintor búlgaro para crear nuevas obras, en las que la apropiación respetuosa convive con elementos muy característicos del surrealismo de Kovatchev, como esas escaleras que flotan por sus cuadros. También hay en su obra referencias a iconos del siglo XVI del monasterio de Zograf en el monte Athos (Grecia) o a Dalí y a Picasso, a quienes, además, ha retratado de forma soberbia. Su faceta de retratista deja amables ejemplos en los rostros de contemporáneos como Jacques Brell o Jimmy Hendrix.
Trabaja al óleo, con lápiz y realiza grabados ejemplares mediante una técnica que explicaba en el catálogo de la exposición con la que celebró sus veinte años en Málaga: «Después de muchos años de investigación y experimentación, ha inventado su propia técnica de grabado al aguafuerte. Por un lado está la grabación, es decir, el dibujo sobre la plancha matriz con una simple y fina aguja de coser y, por otro, la solución de ácido nítrico y agua, que le permite sumergir las planchas en el ácido nítrico no menos de cuarenta a sesenta veces, obteniendo con este complejo proceso de precisión de dibujo sobre el metal y con las diferentes graduaciones de ‘mordidas’ del ácido, que sus grabados obtienen el rango de únicos».
Decíamos que celebraba sus 20 años en Málaga porque este artista, que nació en Sofía y se graduó en la Facultad de Bellas Artes de esa ciudad, en la especialidad de Grabado, se trasladó a la ciudad andaluza en 1992, donde vive desde entonces, dirige la galería VK Art Gallery, junto a Rosario Escobar (su mujer) y trabaja como curador, académico, profesor y editor.
Metamorphosis: de 3 a 15 de octubre