Maud Lewis: la grandeza de una artista folk

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El 23 de junio llega a las carteleras españolas la última película de la directora irlandesa Aisling Walsh, que se dio a conocer con Los niños de San Judas. Bajo el título Maudie: el color de la vida se rinde homenaje a la pintora canadiense Maud Lewis y se reflexiona sobre la grandeza de las personas minusválidas y su relación con la sociedad. La actriz inglesa Sally Hawkins interpreta a esta creadora, que con sus sencillas pinturas se dio a conocer en su país, en el que sin duda es uno de los papeles más destacados de su carrera. SORTEAMOS 10 ENTRADAS DOBLES

La irlandesa Aisling Walsh se dio a conocer en la cartelera española en 2003 con Los niños de San Judas, un drama sobre la brutalidad que imperaba en un orfanato católico de su país a finales de los años treinta. Enmarcada dentro de esa denuncia de los abusos a memores perpetrados por algunos de los sacerdotes a quienes se les confió su educación, uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la Iglesia actualmente, la cinta –que se anunciaba basada en hechos reales– fue a servir de ejemplo a una de las grandes vergüenzas de las sociedades antaño confesionales cuando empiezan a encaminarse a su secularización. Desde esta perspectiva, Los niños de San Judas era una película de actualidad que sintonizó especialmente con la audiencia española. Además de ser una coproducción con nuestro país, su protagonista, el profesor que se alzaba contra la barbarie que regía San Judas, William Franklin (Aidan Quinn), era un antiguo combatiente antifranquista, un voluntario de las brigadas internacionales.

Sobre estas líneas, arriba y abajo, fotogramas de la película Maudie: el color de la vida. La actriz Sally Hawkins interpreta a la pintora Maud Lewis.

Aunque el comienzo de la historia de Maudie: el color de la vida, la nueva película de Walsh, también nos transporta a las postrimerías de los años treinta y su final se sitúa en 1970, la realizadora irlandesa ha vuelto a acometer un tema muy de actualidad, muy en el debate social de nuestros días: el de la grandeza de las personas minusválidas y su relación con el resto de la sociedad. Maud Lewis, la mujer a la que homenajea la cinta, interpretada por la actriz inglesa Sally Hawkins, en el que sin duda es uno de los papeles más destacados de su carrera, fue una de las más queridas artistas folk del Canadá de su tiempo. VER TRÁILER

En una clara alusión a la música folclórica, se llama arte folk a aquel que surge sin preparación académica alguna, bien obedeciendo a tradiciones seculares de una comunidad –la imaginería popular mexicana en torno a los muertos es un ejemplo meridiano– o bien por generación espontánea del creador, mucho más enraizado en la comunidad o el paisaje que le inspira que en los cenáculos artísticos donde se admira por lo común la creación. Aunque sus noticias biográficas nos dicen que Sally Hawkins recibió algunas lecciones de su madre sobre la pintura a la acuarela, no por eso su obra dejó de surgir espontáneamente, como esa rosa que brota sin un por qué, inconsciente de su belleza, que el poeta alemán Angelus Silesius fue a poner como ejemplo de su estética ideal.

El actor Ethan Hawke da vida al marido de la artista canadiense Everett Lewis.

Aquejada de una artritis reumática en su juventud, Maud Lewis vio mermada su movilidad para el resto de su vida. Esto no le privó de una magnética sonrisa, perceptible incluso en las fotos de ella que han llegado hasta nuestros días, que constituye uno de los principales atractivos de la recreación del personaje por parte de Hawkins. Máxime si se considera que esa mueca feliz fue la expresión de su actitud ante una vida que, en principio, le fue adversa hasta la exageración.

En efecto, la fragilidad a la que condenó la enfermedad a la verdadera Maud, se vio aumentada tras la pérdida de sus padres, que la dejó bajo la tutela de su hermano. Siendo éste un desaprensivo que no dudó en vender la casa familiar para intentar en vano pagar sus propias deudas, Maud Lewis fue a vivir con su tía Ida, interpretada por Gabrielle Rose en la película. La tía, el hermano y el resto de Digby, la localidad de Nueva Escocia en que residió, consideraban que Maud, además de la artritis que la condenaba a renquear, también sufría alguna minusvalía psíquica. Así pues, la que estaba llamada a ser la artista local era la tonta del pueblo. Los niños la tiraban piedras al verla pasar.

Fotografía de la pintora canadiense Maud Lewis.

Se engañaban. Tras esa eterna sonrisa, que sus vecinos y familiares consideraban la mueca de un idiota, se escondía una sensibilidad singular que tuvo su paraíso perdido en los paisajes de su infancia en South Ohio, la localidad de Nueva Escocia, próxima a Digby, en la que nació y vivió sus primeros años. Pero no sus años felices porque, contra todo y contra todos, Maud Lewis siempre fue una mujer feliz. De ahí la sempiterna sonrisa, incluso ante los previsibles primeros malos tratos de su marido Everett Lewis (Ethan Hawke), quien la acabaría por querer y valorar. De ahí que la nueva cinta de Aisling Walsh sea todo un ejemplo de superación personal. Siendo tan encomiable afán uno de los valores en alza en nuestros días –las sensibilidades de antaño trataban a las personas como nuestra acuarelista con conmiseración…, Maudie: el color de la vida debe considerarse una película muy de actualidad.

En cuanto a su acercamiento al arte de su protagonista, lo que compete a estas páginas, esta nueva propuesta de Aisling Walsh no se detiene en la técnica propiamente dicha. Apenas una secuencia en la que Everett le compra unos pinceles –al comienzo, Maud pinta con los dedos– le basta a la realizadora. Walsh alude a una instancia superior a la del mero retrato de la técnica. Prefiere mostrarnos cómo la creación artística, además de la válvula de escape a la felicidad de una persona condenada a la desgracia, convirtió a la antigua tonta del pueblo en la figura más prominente de su comunidad.

Javier MEMBA

SINOPSIS: Maud Dowley (Sally Hawkins) es una alegre y vivaz mujer que sueña con independizarse de su protectora familia. Everett Lewis (Ethan Hawke) es un huraño pescador local que busca asistenta. Tras ver su anuncio, Maudie no tarda en mudarse a la pequeña y aislada casa de Everett para encargarse de las tareas del hogar. Pero lo que comienza siendo una difícil convivencia entre dos polos opuestos va poco a poco transformándose en una bonita historia de amor. Basada en hechos reales, la película cuenta la historia de la pintora canadiense Maud Lewis, de su relación con el que se convirtió en su inseparable compañero de vida Everett Lewis, y de cómo sus sencillas pinturas llegaron a ser vistas y reconocidas por todos los rincones del país, convirtiéndola en una de las artistas folk más representativas de Canadá.

FICHA TÉCNICA. Dirección: Aisling Walsh. Guion:  Sherry White. Fotografía: Guy Godfree. Reparto: Sally Hawkins (Maud Lewis), Ethan Hawke (Everett Lewis), Kari Matchett (Sandra), Gabrielle Rose (Tía Ida),  Zachary Bennet (Charles Dowley), Billy MacLellan (Frank Davis), Greg Malone (Sr. Hill).

3 Replies to “Maud Lewis: la grandeza de una artista folk”

  1. Manu D. dice:

    Una película sencilla y preciosa. Como el arte de Maude.

  2. Alba Constantio dice:

    Bella historia que refleja el amor por el arte!!!!

  3. Roger Flores dice:

    Conmovedora y sensible pelicula con un tema tocante y actual. Un ejemplo de postura frente a la vida.

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