Formado en Derecho y Marketing, Fernando Castillo Ochotorena se acercó al arte en sus comienzos profesionales diseñando escaparates para distintas firmas de moda. Es en este proceso creativo cuando decidió llevar más allá sus ideas y hacerlas material en instalaciones escultóricas
El artista almeriense reconoce que su práctica artística no sigue unos parámetros al uso, ya que muchas de sus producciones actuales tienen la función de decorar espacios comerciales. Como explica el mismo Castillo Ochotorena, en esta actividad ha unido «dos de mis principales planteamientos: imagen y marketing. Entendidos como disciplinas imprescindibles en cualquier actividad empresarial,ya que con un buen diseño el objetivo comercial y la acción de marketing es mucho más eficaz. El criterio estético es imprescindible para hacer la venta más atractiva.»
Sin embargo sus piezas también ahondan en el lenguaje geométrico y el juego entre lo bidimensional y lo tridimensional, lo que refuerza el hecho de poder ser consideradas como obras de arte. El espacio como concepto es el motor en el proceso creativo de este artista autodidacta A la hora de ubicar sus instalaciones-esculturas se decide en suspenderlas tanto en las paredes como en los techos. Este apunte aumenta su carácter cambiante, lo que permite que cada espectador imagine y establezca una interacción e interpretación única.
En cuanto a sus materiales, van de la mano de la propuesta de ser piezas sin mucho ornamento para conjugar bien las formas en el espacio; son habituales la madera, diferentes tipos de cuero, el latón o el metacrilato. Cabe añadir como último detalle de Fernando Castillo Ochoterena, el no querer otorgar a sus obras un título determinado para dar mayor libertad al espectador.
Para más información consultar la siguiente página web: http://castilloochotorena.com/