Una retrospectiva de fotógrafos maestros compuesta por 172 fragmentos, quebrados de realidad, recorre en la antigua sede del cerrado diario Madrid décadas cotidianas de una capital emergente en constante evolución costumbrista. Hasta el 21 de julio
“Ah! como hemos cambiado… “ Que decía la canción. A juzgar por la retrospectiva fotográfica que presenta ahora, como un lento pasear por la vida, la Fundación Diario Madrid junto a la Asociación de Periodistas Europeos (APE) y el Ministerio de Presidencia, en su mítica y antigua sede social de la céntrica calle Larra.
Cincuenta años de Historia, ahí es nada. Del paso implacable del tiempo que altera todo, calles, parques, edificios y sobre todo personas. Porque de eso también hay y mucho. De los rostros mayores y no tanto de las parcelas de vida cotidiana de un Madrid mutante. Cincuenta años de fotografía custodiados, con mimo, en el Heraldo de Madrid previo y el diario Madrid después (1921-1971) cuidadosamente elegidas para confeccionar este collage social.
Y es que como señalaba Umbral: “Madrid es una excusa para contar historias” varias. En concreto las 172 de esta muestra revelada en blanco y negro a través de la sagacidad de sus fotógrafos, testigos directos de la noticia a ilustrar.
Una ciudad hecha por todos, viniendo de múltiples procedencias. Porque esa es la magia envidiada de este pueblo hecho urbe, ahora, cosmopolita. La vida en sí bajo un mismo prisma llamado, integración. “Patria de todos” que decía otro ilustre de las letras, Calderón de la Barca.
Imagen fija, antaño en movimiento, de actitudes, de lugares de ruido por doquier y derruido para levantarse de nuevo. Tardes de paseo y botijos “a la fresca”. El incipiente tráfico, de animales y motor después, que nada tiene que ver con el de ahora. El deambular de sus gentes. La charleta nocturna. La hora punta en el Metro. Los mercados a pleno pulmón. Y hasta el intento, desesperado, de crear esa ansiada playa en el Manzanares, que no, porque si no, sería la ciudad perfecta. Y es que ya se sabe. No se puede tener todo en la vida.
Envidiada en el mundo entero. “De Madrid al cielo”. La capital es sinónimo de agrado. Disfrute, deleite. De célebre siesta que da paso con la f a la fiesta, a noches interminables de verbena, alegría y jolgorio. Que se recoge para iniciar, al alba, cada nuevo día como si aquí no hubiera pasado nada, pero sí.
Un trabajo exquisito, pero arduo en la selección entre las casi 160.000 instantáneas visionadas para dar forma a este fiel relato gráfico, que componen el archivo de la Fundación Diario Madrid bajo el halo del costumbrismo y lo cotidiano.
Obras de Diaz Casariego, Pérez de Rozas, Luque, Anguita, Basabe, Cervera, Utrech o Wagner componen el selecto cartel de artistas ópticos que supieron retratar, con o sin intención, ese momento mágico en la vida de este gran escenario urbano y social, latente, en pleno crecimiento que es Madrid o “la hermosa Babilonia” como definía Lope de vega, Mas de andar por casa, “el pueblo de todos.”
César Serna
Aquel Madrid, 50 años de fotografía del Heraldo de Madrid y el diario Madrid, 1921/1971.
Hasta el 21 de julio de 2022.
Fundación Diario Madrid, c/Larra ,14.