Un equipo de arqueólogos ha hallado una habitáculo con tres camas, una vasija de cerámica y un cofre de madera en la villa de Civita Giuliana, urbe situada a pocos cientos de metros de la urbe romana sepultada por la erupción del Vesubio hace casi 2.000 años
En un estado de increíble conservación, el último y sorprendente descubrimiento realizado en la villa del territorio de Civita Giuliana de Pompeya es una vivienda destinada a los encargados de las tareas diarias, como podría ser la preparación de un carro. De hecho, en esa habitación han aparecido tres catres y una caja de madera con objetos de metal y de tejido, probablemente perteneciente a las guarniciones de los caballos. Precisamente en esta misma villa es donde a comienzos de este año se halló un carro ceremonial y, a pocos metros, en 2018 se localizó el establo con tres caballos.
Sin duda, se trata de una aparición extraordinaria del mundo antiguo que normalmente permanece oculta. De hecho, la habitación constituye un documento rarísimo del día a día de los esclavos, gracias al estado de mantenimiento excepcional del ambiente. Esta condición permite realizar calcos de yeso de los lechos y otros objetos de materiales perecederos que han dejado su huella en las cenizas volcánicas que cubrieron las antiguas estructuras. Además, encima de uno de los catres ha aparecido un timón de carro, del que ya se ha obtenido su molde.
De los tres lechos, compuestos por tablas de madera, dos miden 1,70 metros de largo y el tercero 1,40 m., lo que hace suponer que debió pertenecer a un adolescente. Sendos somieres resultan compuestos por cuerdas cuyas huellas son parcialmente legibles, cubiertos por mantas.
Bajo las camas yacían algunos objetos personales: ánforas, jarras de cerámica y un orinal. Todo ello iluminado por una ventanita en la parte superior y sin decoraciones murales. Además de dormitorio para algunos esclavos o probablemente para una pequeña familia, se habría utilizado de despensa, tal y como demuestran las ocho ánforas agrupadas en los rincones, vacías para tal función.
Lo cierto es que revive así un escenario escasamente descrito en las fuentes históricas. Como explica el director general del parque arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel: “Aquí llama la atención la angustia y la precariedad de la que habla este entorno: se trata de una mezcla de dormitorio y trastero de tan solo 16 m2, que ahora podemos reconstruir gracias a excepcionales condiciones de conservación. En definitiva, es uno de los descubrimientos más emocionantes de mi vida como arqueólogo, incluso sin la presencia de grandes ‘tesoros’: el verdadero tesoro es la experiencia humana, en este caso la más débil de la sociedad milenaria, de la que este entorno ofrece un testimonio único”.
Civita Giuliana y los ladrones de tumbas
Objeto de un saqueo sistemático durante años, la villa de Civita Giuliana es desde 2017 objeto de excavaciones estratigráficas que están aportando nuevos datos y descubrimientos, a los que ahora se añade la habitación de los esclavos.
Desgraciadamente, también en este yacimiento se ha perdido una parte del patrimonio arqueológico a causa de los túneles abiertos por los “tombaroli” (ladrones de tumbas), que han ocasionado un daño estimado en casi dos millones de euros.
Carmen del Vando Blanco