La Fundación Mapfre Casa Garriga Nogués (Barcelona) acoge la mayor retrospectiva en España dedicada a esta fotógrafa norteamericana. Comisariada por Estrella de Diego, ofrece un exhaustivo recorrido por la trayectoria de esta artista con gran habilidad para identificar los cambios de su entorno y que retrató a los artistas e intelectuales más vanguardistas de principios-mediados del siglo XX, las vistas de Nueva York y plasmó los resultados de diversos fenómenos y experimentos. Hasta el 19 de mayo
Fundación MAPFRE ha arrancado su programación expositiva de 2019 en Barcelona con la muestra Berenice Abbott. Retratos de la modernidad, comisariada por Estrella de Diego, y con fondos de época procedentes de algunas de las más importantes colecciones estadounidenses. La muestra propone un exhaustivo recorrido por la trayectoria de esta fotógrafa estadounidense, cuyo corpus de trabajo se convierte en uno de los más cautivadores de la fotografía norteamericana de la primera mitad del siglo XX y actúa de puente entre los círculos culturales de vanguardia de París y de Nueva York de los años 1920 y 1930.
Berenice Abbott (Springfield, Ohio, 1898-Monson, Maine, 1991) comienza sus estudios universitarios en 1917 en la Ohio State University con la intención de convertirse en periodista. Solo permanece allí unos meses porque en 1918 se traslada a Nueva York y se instala en el Greenwich Village, estimulante centro de encuentro de artistas e intelectuales que le facilita su primer contacto con creadores como Marcel Duchamp.
Se inicia entonces en la práctica de la escultura y apenas tres años después viaja a Europa y se instala en París, donde empieza a trabajar como ayudante en el estudio de Man Ray y descubre su verdadera vocación: la fotografía. También, a través de Man Ray conoce a Eugène Atget. En 1926 se establece como fotógrafa independiente y sus retratos, de los artistas e intelectuales más vanguardistas del momento, adquieren pronto un gran renombre.
A su regreso a Nueva York en 1929 se embarca en la producción de su mayor corpus de trabajo: la documentación fotográfica del crecimiento de esta ciudad, hasta cierto punto inspirada en el ejemplo del París de Atget (aunque lejos de poder considerarse una mera transcripción de la obra de este).
Desarrolla este proyecto de forma independiente hasta que, en 1935, logra financiarlo con la ayuda del programa Federal Art Project, que le proporciona un contrato para trabajar a tiempo completo para la serie. Estas imágenes son publicadas en 1939 con el título Changing New York, logrando un gran éxito de crítica y ventas. Un año antes, en 1934, comienza a dar clases en la New School for Social Research, donde se mantendrá como docente hasta 1958.
Es a finales de la década de 1950 cuando inicia otro de sus grandes proyectos: la documentación fotográfica de fenómenos científicos, en colaboración con el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Muchas de estas imágenes son profusamente utilizadas durante los años 1960 para la ilustración de libros de texto de Física. En 1959 la asociación Professional Photographers of America la sitúa entre las diez primeras mujeres fotógrafas de su país. A principios de la década de 1960, aquejada de dificultades respiratorias, instala un nuevo estudio en una antigua casa de postas en el estado de Maine, en la que se asentará definitivamente en 1969.
Su obra es objeto de una exposición retrospectiva en 1970 en The Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York y en 1983 se convierte en la primera fotógrafa admitida en la American Academy of Arts and Letters. En 1988 el gobierno francés la nombra Officier des Arts et Lettres y también recibe el premio Master of Photography, concedido por el International Center of Photography de Nueva York. Fallece en Monson el 9 de diciembre de 1991.
Exposición: Retratos de la modernidad
La idea de modernidad invade todo el trabajo de Berenice Abbott, desde sus retratos de los artistas e intelectuales más vanguardistas del momento y sus asombrosas vistas de la ciudad de Nueva York –que integran su proyecto Changing New York–, hasta sus fotografías de tema científico en las que retrata los resultados de diversos fenómenos y experimentos. Es también un reflejo de la modernidad de la propia Abbott, de su carácter vanguardista y de su gran habilidad para identificar y retratar los cambios de su entorno. En conjunto, sus fotografías constituyen un excepcional retrato de la modernidad del nuevo siglo, idea sobre la que se asienta la presente exposición.
Además, abordar una muestra de Abbott en el año 2019 exige revisar la noción misma de “documento”, de “fotografía artística” y de “autobiografía”. Y es que, aunque la intención de la fotógrafa de huir de los supuestos artificios del arte es palpable en sus imágenes, el resultado visual es tan rico y diverso que dificulta categorizarlas bajo el adjetivo de documental, e incluso obliga a enfrentar la imposibilidad última de una “fotografía documental” sin fisuras.
Su figura es, por otra parte, esencial en la valorización de la obra de Eugène Atget. Cuando los dos se conocen en París hacia mediados de la década de 1920, Abbott queda impresionada por su obra; las cualidades que –como pocos– es capaz de percibir en ella le inspiran desde el principio un profundo respeto por el fotógrafo francés y le proporcionan, además, un importante referente en el que volcar sus aspiraciones como fotógrafa: una fotografía que, pese a querer mantenerse al margen de las pretensiones artísticas, es mucho más que documento.
Tras la muerte de Atget en 1927, Abbott compra todo su archivo personal. Durante varias décadas se dedicará a promocionarlo con devoción y éxito y a alentar el coleccionismo de su obra en los Estados Unidos, convirtiéndose en figura clave para la fortuna crítica e historiográfica del legado del fotógrafo.
La presente exposición recorre la trayectoria de Berenice Abbott a través de casi doscientas fotografías de época agrupadas en tres secciones temáticas. Ofrece también una pequeña muestra de la obra de Eugène Atget, con once de sus fotografías, positivadas por la propia Abbott en 1956.
La exposición se presenta acompañada de un catálogo editado por la Fundación MAPFRE, con textos de Estrella de Diego, de Gary Van Zante, conservador de Arquitectura, Diseño y Fotografía en el MIT Museum, y de la novelista afincada en Nueva York Cara Hoffman.
Tras su paso por Barcelona, la exposición se podrá ver en la Sala Recoletos de Fundación MAPFRE en Madrid (del próximo 1 de junio al 25 de agosto).