Hasta el 31 de enero podrá verse en el Museo Arqueológico Nacional de esta ciudad friulana relevantes hallazgos arqueológicos, en concreto ocho piezas norteafricanas, procedentes de su homónimo tunecino, un museo que fue herido brutalmente el pasado 18 de marzo por la barbarie del terrorismo. Esta exposición rememora los lazos que durante época romana unieron el norte del continente africano y el alto mar Adriático
La ciudad friulana de Aquileia (Udine) recibe en su Museo Arqueológico importantes hallazgos de su homólogo tunecino, El Bardo, herido el pasado 18 de marzo por las atrocidades del terrorismo.

Mosaico en el pavimento de la Basílica de Aquileia.
La exposición, compuesta por un núcleo de 8 piezas norteafricanas junto con las obras aquilesas, rememora los lazos que tuvieron lugar en época romana entre el norte del continente africano y el alto mar Adriático, cuando en la cuenca del Mediterráneo circulaban y convivían culturas y religiones diferentes y da testimonio de la nueva y terrible acción iconoclasta que intenta negar el diálogo intercultural e interreligioso a partir de sus raíces.

Sala del Museo Arqueológico de Aquileia.
La muestra presenta una serie de obras que dan testimonio del arte y del alto nivel artesanal de las provincias africanas bajo la dominación romana entre los siglos I y III, como el mosaico de la diosa Cerere, descubierto en Uthina; dos mosaicos de “Luchadores desnudos”, procedentes del tepidarium de las termas de Gigthis; el busto del emperador Lucio Vero de Dougga; la estatua del dios Júpiter de Oued R’mel; la estela funeraria de Marcus Licinius Fidelis; un soldado de Lion en Galia, sepultado en Ammaedara; además de dos cerámicas descubiertas en las necrópolis de El Aouja; una jarra decorada en relieve y una vasija cilíndrica con figuras de dioses y sátiros.
Como declara Antonio Zanardi Landi, presidente de la Fundación Aquileia: “Consideramos que hoy día es útil y justo dar valor a estos testimonios importantísimos tras los ataques registrados a nuestro alrededor, punto de partida de la exposición que se injerta en un ciclo más aplio denominado “Arqueología herida” con el que la Fundación Aquileia seguirá adelante con una sucesión y con periodicidad semestral de obras de arte significativas procedentes de museos y lugres que son víctimas de trágicos ataques del terrorismo fundamentalista”. Aclara, además, que no existe como contrapartida a estos préstamos, cualquier tipo de restauración, al no haber sido permitida su salida por el museo tunecino.

Foro en Aquileia.
Por su parte, Moncef Ben Moussa, director del Museo de Túnez, añade: “Las ocho obras pueden ser admiradas por los visitantes del Museo de Aquileia, un lugar rico de cultura y testigo del mismo universo, de la misma raíz, los mismos valores que el Museo de El Bardo, para disolver distancias y barreras… Verán algo de sí mismos, de su historia y cultura, en una especie de invitación a descubrirse ellos mismos en la historia del otro”.
El objetivo es llamar la atención y crear sensibilidad hacia el tema de la destrucción de los monumentos de excepcional valor, legado de las grandes civilizaciones del pasado y, por consiguiente, de la voluntad de borrar la memoria de la historia universal del ser humano, como confirma Dario Franceschini, ministro de Bienes Culturales: “La exposición no quiere recordar solamente un periodo de fértil convivencia entre la dos orillas del Mediterráneo, sino que se pone el objetivo de hacer comprender al visitante el valor común de la matriz cultural de nuestros países, cercana e interconectada, como interconectados son los problemas, las dificultades y las perspectivas de desarrollo económico y civil”.
Y la sede no podría ser más apropiada, puesto que la ciudad de Aquileia, puerta de Oriente, capital de la X región Augusta y metrópoli de la iglesia cristiana, es fiel memoria de una feliz convivencia entre romanos, judíos, griegos y alejandrinos; se reconfirma, por consiguiente, que es el lugar idóneo para demostrar la validez universal de la idea de convivencia y de diálogo y para iniciar una confrontación polifónica sobre la importancia de la defensa del patrimonio cultural como baluarte contra el obscurantismo y la barbarie.

Mosaico en el pavimento de la Basílica de Aquileia
Por su parte, el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, concluye: “Me alegro de que la exposición tenga lugar en meses tan importantes y delicados para la búsqueda de soluciones a los grandes problemas abiertos en el Mediterráneo…”, a lo que, el presidente de la República de Túnez, añade:”… tenemos que permanecer unidos en la protección de nuestro patrimonio común y convertir nuestro mar Mediterráneo en un anillo de conjunción y no de confín”.
En definitiva, se trata de una cita en una ciudad sorprendentemente cargada de historia, que quiere sensibilizar y concentrar su atención a la amenaza del patrimonio universal.
Carmen del VANDO BLANCO