Dentro del programa cultural de las celebraciones del Orgullo Gay, los balcones de la madrileña calle Pelayo se convierten desde el jueves 2 de julio en soporte de las imágenes del artista Alexis W, estableciendo un diálogo entre arquitectura, espacio público y urbanismo
Cuando la ciudad se convierte en galería, el arte se hace público. Alexis W lleva realizando esta propuesta desde 2003 y en esta edición sus imágenes se convierten en ventanas abiertas a la indiscreción. Con un planteamiento cercano a las cuestiones de género, la problemática del cuerpo y la identidad del sujeto, la acción protagonista de esta serie de fotografías es el beso entre dos mujeres.
La Ventana Indiscreta, por Alexis W.
Además, el artista presentará un homenaje a la memoria del reciente fallecido Pedro Zerolo, figura activa y fundamental en la lucha de los derechos del colectivo LGTB en nuestro país, mediante un gran retrato suyo. Alexis W dedica cariñosas palabras al recuerdo de Zerolo: “Este año con la Ventana Indiscreta quiero rendir un emotivo homenaje a la memoria de Pedro Zerolo, un amigo, una gran persona con la que he tenido la suerte y el placer de compartir muchos buenos momentos en esta ciudad. Tal vez sin él, sin Pedro, este proyecto no hubiera podido ser realidad. Voy a echar de menos su cita puntual a la inauguración de la ventana. Pedro Zerolo, todo un ejemplo de dignidad y coraje. Gracias Pedro.»
Pedro Zerolo. Eagle Studio, Madrid 2008.
La elección del beso como protagonista de la serie de las doce imágenes se debe a que es un gesto que trasciende más allá del cariño y de la muestra de afecto. El beso es uno de los mayores procesos químicos y con mayor respuesta en nuestro organismo. 12 son las calorías que se consumen, 36 los músculos que participan en su proceso y de 60 a 100 el incremento del ritmo cardiaco por minuto. Es un buen baluarte de defensa inmunitario y activa la parte central del cerebro, por ello los psiquiatras vinculan la felicidad al número de besos que compartamos.
La Ventana Indiscreta, por Alexis W.
No obstante, el beso siempre se ha revestido de intimidad y el hecho de mostrarlo en la calle juega con los límites entre lo público y lo privado, instaurando la normalidad del deseo hacia el otro. También ha sido y será protagonista de las distintas culturas, antiguas y contemporáneas, y por ello tiene su reflejo en el arte. Las connotaciones son tan variadas como besos hay: el beso de la traición de Judas, el de la fagocitación del Saturno de Goya, el beso de Eros y Pshyque, como enamoramiento de la razón; la violencia de las pasiones de El beso de Klimt, Rodin, Magritte o Toulouse Lautrec. El beso no está exento de contenido político, como la hermandad socialista entre Erich Honecker y Breznev o la celebración del fin de la Segunda Guerra Mundial entre el marinero y la enfermera en Times Square. Tristemente, si el beso se produce entre dos mujeres o dos hombres no es considerado con la misma belleza para muchos. De cualquier manera, Alexis W no pretende provocar sino establecer una poética del beso como reflexión sobre las pasiones tanto del hombre como de la mujer en un escenario de tolerancia como en estas fechas.
Natalia de VAL NAVARES