Jeff Koons. Apocalipsis Integrado

11.-Koons_Puppy-2010.jpg

Jeff Koons es uno de los creadores de hoy en día que más polémicas y pasiones levanta entre el público general. Lo cierto es que desde el pasado 9 de junio, aguardan en los exteriores del Museo Guggeheim de Bilbao interminables colas de visitantes para recorrer la retrospectiva sobre Koons. En el número de la revista de junio de DESCUBRIR EL ARTE, Manuel Antón y Francisco J.R Chaparro analizan y seccionan la trayectoria de este artista, tan admirado y criticado al mismo tiempo. A continuación extraemos un extracto del artículo publicado en papel 

Me he topado con reseñas y críticas que descabezan a Koons llamándole engañabobos. Especialmente ácido me resultó el artículo de un medio conservador que denunciaba la “falta de certezas” en el arte, tomando como modelo al norteamericano. Puedo entender la avidez con la que reaccionarios a lo largo de la historia han buscado verdades, construyendo falacias de tipo religioso o nacionalista. Pero ¿qué certeza va a poseer un producto que depende del engañoso filtro de la percepción visual? ¿Qué certeza encontramos en Las Meninas o en El Grito? Lo que sostiene la teoría del “timo” del arte contemporáneo no tiene que ver con la carencia de certeza sino con la ausencia de certidumbre, que no es lo mismo. Lo que deja estupefacto al gran público (que no entiende) y genera el disgusto de los moderados (que se sienten engañados) tiene que ver más con una atribución de poder taumatúrgico que con la escasez de verdades.

Es interesante visitar la última parada del tour retrospectivo de Koons en el Guggenheim Bilbao, porque cada pieza induce al cuestionamiento, la incertidumbre, la polémica… y, no obstante, revelan aceptación, mediatización y mucha merced económica. Su versatilidad le sitúa en un lugar excepcional que no ocuparía si trabajara con un solo lenguaje o en un solo medio.

koons_009-021_M.Jacks#10D00.tif

Michael Jackson y Bubbles, 1988

Para constatarlo basta con analizar dos de las obras de Koons que resumen sus tendencias referenciales, esto es, las construcciones intelectuales y las reflexiones sobre la cultura popular, clasicismo y pop: una de las más famosas, el Michael Jackson y Bubbles, de 1988, y una de las recientes, la Esfera relajante (Ariadna), de 2013.La primera es una estatua de porcelana deliberadamente kitsch. Como si fuera una pieza de Lladró, de valor determinado por significación social y no por propiedades estéticas, la escultura es pura ironía. Empezando porque está incluida en un museo, lo que supone la refrendación del milagro: queda ratificada al presentarse expuesta. Dudo que fuera más polémica si el artista tratara de invadir un espacio público con ella, pues el apoyo institucional obliga al espectador a tratar de entender porqué se le ofrece. Pero el oxímoron está lejos de terminar, pues no es un héroe grecolatino o cristiano descendido al kitsch por el artista, ni un objeto vulgar elevado a una categoría visual.

15. Koons_GazingBall Ariadne

Esfera relajante ( Ariadna), 2013.

Fijémonos en la Esfera relajante. Su alusión al clasicismo la sitúa en un lugar particular que desconcierta a los buscadores de certezas.Pero su sentido contrario se evidencia en la exagerada esfera, elemento que supuestamente debería contener lo que se está referenciando (la concepción armónica clásica), pero que acaba por anular la alusión.

En conclusión: esculturas de celebrities, citas grecolatinas, hinchables de animales, lienzos intervenidos, objetos cotidianos, fotografías manipuladas…todo lo que conforma el mundo representativo de Koons revela esa oposición que ya Umberto Eco definió para la percepción de la cultura de masas: la oposición entre apocalípticos e integrados, los que la condenan o la celebran.

Los interesados en leer el artículo entero con el resto de obras comentadas que lo complementan así como el apartado de Francisco J.P. Chaparro ,pueden hacerlo en la revista de junio, número 196, ya en los quioscos, y en la versión digital en Orbyt (http://quiosco.orbyt.es).

La exposición se puede visitar hasta el próximo 27 de septiembre en el Museo Guggenheim de Bilbao.

Manuel ANTÓN

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

scroll to top