El Museu del Modernisme de Barcelona celebra su quinto aniversario con la presentación de sus nuevas adquisiciones, la rotación de otras piezas que ya formaban parte de sus fondos y con la inauguración de la nueva exposición temporal de fotografía Retrato de Barcelona, evolución de una ciudad, que podrá visitarse del 26 de marzo al 15 de octubre de 2015
El objetivo de esta entidad privada nacida en marzo de 2010, es continuar renovando su colección, dinamizar sus contenidos y difundir al público nuevas incorporaciones que verán la luz durante todo este 2015.
Entre las novedades se incluyen obras de mobiliario como una arqueta bellamente pirograbada de Joan Busquets i Jané y un piano de influencias japonistas del taller Ortiz & Cussó. Respecto al ámbito de pintura se incluyen óleos de Francesc Masriera, Modest Urgell y Lluís Graner. Así mismo, se incorpora una nueva pieza escultórica de Lambert Escaler y dentro de las artes decorativas, destaca una mirilla, un tirador de hierro y un cofre de Joan Busquets i Jané, que complementan el que adquirió el museo el pasado año.
La muestra Retrato de Barcelona, evolución de una ciudad resume la trayectoria paralela de la fotografía con la de la historia y el desarrollo de la ciudad. Dividida en siete ámbitos temáticos, la exposición incluye un total 67 objetos, entre originales y otros materiales expositivos, entre los que podemos destacar una cámara fotográfica del 1900, 33 placas de vidrio originales y un documental que reúne más imágenes y que permite ambientar no sólo las tomas de la época sino hacer también una comparación con las obras del modernismo y del museo.
La mayor parte de las fotografías pertenece al fondo del museo –algunas cedidas por el doctor Josep Oms– y otras son cortesía del fondo de Jordi Baron, y suponen un repaso a la Barcelona del cambio de siglo, años de modernismo, pero también años de transformaciones tecnológicas y sociales.
Retratos de criadas paseando, jóvenes burguesas, obreros trabajando o viviendo la ciudad desde la calle, suponen un fiel documento histórico, donde se pueden apreciar aspectos como la atmósfera social de los grandes salones burgueses, la intimidad y la rutina familiar, la evolución de la moda o las diferencias sociales.
Son años de popularización de los deportes y las competiciones como el ciclismo, la vela o el tenis. Las tradiciones, eventos históricos y otros modos de vida también se ven reflejados en las instantáneas de edificios, monumentos significativos ,el tranvía, el automóvil y el metro, transformando la fisonomía de calles y avenidas y las formas y tiempos de vida de sus ciudadanos; en definitiva, una nueva forma de concebir la vida cotidiana e incluso el arte.
Antonio RAMOS SÁNCHEZ
me encanta este arte , la manera como plasma una realidad casi perfecta , es impactante