Publicamos los cinco microrrelatos ganadores del concurso «Shirley. Visiones de una realidad». Dos concursantes se han inspirado en el fotograma de la mujer en la ventana. Los otros tres, en el de la pareja en la habitación
ASESINATO
Impaciencia, esa es la palabra que mejor podía definir ese momento. Yo, que apenas podías sostener el periódico con mis temblorosas manos, y mi mujer con una calma tensa aguardando lo peor, y es que en esa hoja que hay encima de la mesa se podía leer lo siguiente: «Al desaparecer el sol, uno de vosotros morirá». Trataba de buscar desesperadamente entre las hojas del periódico algún atisbo de esperanza que me permitiera adivinar quién era el asesino que iba tras nosotros. A las 21.50, recibí una llamada que decía: «En 10 minutos, uno de los dos morirá. Despediros si os da tiempo». Al cabo de diez minutos, un disparo se oyó y me refugié en el periódico. Finalmente, mi mujer falleció por un disparo en la cabeza. Desde entonces, ando buscando al asesino sin éxito, aunque sé que tarde o temprano lo encontraré. ¡Lo juro!
María Antonia Montes Barrio
HABITACIÓN EN NEW YORK
El silencio sólo era roto por el sonido monocorde de la única tecla del piano que Shirley pulsaba distraídamente una y otra vez. Esa monotonía sonora bien podría ser la banda sonora de su vida, al menos desde que se mudaron a la gran ciudad, donde uno se puede sentir completamente solo a pesar de estar rodeado por una jungla de ladrillo y cristal habitada por multitud de personas. Pero allí nadie vivía; simplemente se limitaban a representar la gran función de la sociedad, usando como escenarios sus enormes ventanales. Como ella y su marido, compartiendo la misma estancia, pero realmente separados a kilómetros de distancia por culpa de la mortal monotonía. Mientras él pasa las páginas de su diario, leyendo noticias sobre otras vidas, Shirley vuelve a pulsar su piano, esperando el sonido nuevo que por fin acabe con el silencio.
David Arroyo Martín
DOS AÑOS
Han transcurrido dos años desde que ocurrrió. Dos años oscuros cubiertos de silencios. Como el que nos rodea ahora, aunque tímidamente lo intente romper acariciando estas teclas…Le arrancaría el periódico de las manos, le gritaría mirándole a esos ojos que no quieren ver, que no quieren saber…
Hace calor esta noche y estoy deseando quitarme este vestido. Ya sé que hemos quedado para cenar y que es todavía pronto, pero estar con mi hermana y su marido no me consolará. Hoy no. Hoy nadie me puede acompañar. Ni siquiera él.
Volver a intentarlo. ¡No quiero volver a intentarlo! Solo quiero sentirme acunada mientras mezo el recuerdo de mi pequeño… Dos años…
Ana María Molina González
LA ÚLTIMA VEZ QUE PASÉ CONTIGO
Shirley está ensimismada mirando por la ventana ese paisaje tan familiar, un paisaje que se pierde en el horizonte y que le permite abstraerse en sus propios pensamientos. De repente, unos pasos que resuenan en la escalera la sacan de su ensimismamiento, unos pasos que se van acercando a su puerta. Ella gira la cabeza al oír cómo la llave gira en la cerradura. Después de otra tarde de espera, como desde hace años, él ha llegado. Pero sabe que esta vez es la última, no quiere que su vida se siga midiendo en las horas que transcurren entre encuentro y encuentro. Quiere ser la protagonista de su propio tiempo.
Petiso
EL MISTERIO DE TU CARA
Muchos pintores no han podido resistirse a reflejar la imagen de una mujer frente a la ventana, siempre era el asomarse al mundo para alcanzar aquello que se deseaba, pero estaba en el exterior y ellas, confinadas entre paredes quizás físicas, sociales o ambas, deberían salir en su búsqueda. Hopper también tiene sus mujeres anhelantes, pero sin embargo hablamos de una mujer que se gira, nos mira y con sus ojos tristes nos plantea un reproche, una censura o solo es una invitación. ¿Quiere despedirse y salir? o ¿nos pide ser acompañada y compartir el exterior? No lo sé, pero quiero saberlo.
Fernando Gonzalo
Siempre me ha parecido que Hooper es el pintor más cinematográfico. Bonita iniciativa la de este concurso. Los cuadros de este pintor siempre parecen contar una historia de soledad, de personas al límite o a punto de tomar una decisión crucial.