Rijkstudio nació hace un año de la mano de Fabrique y Q42 con la colaboración de Irma Boom Office. Lo que hace es dejar en manos del público 150.000 obras de arte (su imagen) para que se apropien de ellas y las utilicen en sus propias creaciones. ¿Qué consigue? Acercar al público al arte y fomentar la creatividad.
Ha celebrado su primer aniversario con un concurso que invitaba a diseñadores, artistas, fotógrafos… a crear su propia obra de arte inspirándose en la colección del Rijksmuseum de Amsterdam. Se puede decir que la convocatoria ha sido un éxito: 820 participantes. De entre ellos el jurado ha escogido una delicada línea de maquillaje. Es el proyecto de los jóvenes diseñadores Asnate Bockis y Rogier Arents, graduados en la Academia de Diseño de Eindhoven. Se trata de Rijks Muse, que se ha fijado en la paleta de color de cinco retratos del museo como son La mujer de azul leyendo una carta de Vermeer o el Retrato de Alida Christina Assink, de Jan Adam Kruseman (arriba). Los autores comentan que, además, se han basado en tres técnicas artísticas: la escultura para la base de maquillaje, el dibujo para los lápices y la pintura para la sombra de ojos.
Entre el 17 de abril y el 22 de julio se exponen en el museo la línea de maquillaje y los nueve proyectos finalistas, entre los que se encuentra un gorro inspirado en una porcelana o una lámpara (Merel Kamp), inspirada en La Lechera de Vermeer (por cierto, este cuadro es también la musa de un perfume). El museo se plantea producir la línea de maquillaje para incorporarla al catálogo de su tienda.