El gran Salzillo visita el Museo Thyssen-Bornemisza

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Hasta el 24 de enero se exhibe en la pinacoteca madrileña un excepcional grupo escultórico del imaginero murciano que forma parte del Conjunto Monumental de San Juan de Dios (Murcia). Compuesto por dos tallas de madera, una custodia (h.1760-70, realizada para la iglesia de San Esteban) y una pareja de ángeles (h. 1764)

Francisco Salzillo (Murcia, 1707-83) se formó en el taller de su padre Nicolás, un escultor de origen napolitano que llegó a Murcia para trabajar con Nicolás de Bussy. Aunque Francisco había pensado dedicarse a la carrera eclesiástica, estudió con los jesuitas, e incluso llegó a ingresar como novicio en la orden dominica, por estos avatares que tiene la vida, el destino tenía otro plan para él, a raíz de la muerte prematura de su padre en 1727, tuvo que hacerse cargo del taller familiar.

Retrato de Francisco Salzillo, de Juan Albacete, Murcia, Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia.

Retrato de Francisco Salzillo, de Juan Albacete, Murcia, Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia. Arriba, conjunto que se exhibe en el Museo Thyssen Bornamisza de Madrid.

En este taller familiar trabajaron junto a Francisco dos de sus seis hermanos, José Antonio y Patricio. Salzillo, casado con Juana Vallejo y Taibilla, tuvo dos hijos, Nicolás que murió al año de nacer, y María Fulgencia. Toda su vida se desarrolló en la ciudad de Murcia y que se sepa por la documentación solo hizo un viaje, el que realizó en 1755 a Cartagena para entregar personalmente las esculturas de los Cuatro Santos. Todas sus obras son de carácter religioso.

Parece que nunca le tentó ir a vivir a la Corte, a pesar de que el conde Floridablanca le invitó a ir a Madrid y que esto le hubiese abierto las puertas de muchos clientes notables. Tenía suficiente con la cantidad de encargos que recibía de Murcia, Albecete, Alicante o Almería. A diferencias de muchos otros artistas, en su ciudad natal tuvo gran reconocimiento en vida, como atestigua además de la cantidad de obras que realizó, su nombramiento como Escultor Oficial del Consejo de Murcia e inspector de pintura y escultura en 1755.

Medallón de la Virgen de la Leche, catedral de Murcia.

Medallón de la Virgen de la Leche, catedral de Murcia.

De su implicación en la vida intelectual y cultural en la ciudad de Murcia lo atestigua el hecho de que junto a otros intelectuales creara en 1777 la Real Sociedad Económica de Amigos del País; esta asociación creó también dos años después la Escuela Patriótica de Dibujo, de la que fue director. A su muerte, en 1783, fue enterrado en el desaparecido convento de Capuchinas donde su hija profesó como monja.

Aunque en el marco de la Guerra Civil, algunas imágenes se destruyeron, se siguen conservando muchas de ellas en las iglesias de toda la zona. Su ciudad le rinde homenaje en un museo que lleva su nombre, donse se alberga un belén y los ocho pasos que procesionan el Viernes Santo y que es conocida como la procesión de los salzillos. Todo un lujo.

Su obra

Francisco Salzillo es uno de los más notables imagineros del barroco tardío, en plena transición hacia el rococó y el neoclasicismo, al dotar a sus imágenes de un estilo muy personal. Realizadas mayoritariamente en madera policromada, tenía gran conocimiento de esta técnica gracias a la herencia napolitana de su padre y del escultor de origen francés Antonio Dupar.

Aunque es imposible saber exactamente la totalidad de la obra de Salzillo y diferenciarlas por etapas, el profesor Sánchez Moreno destaca el periodo que va de 1728 a 1783, una época que «vive consagrado a su actividad de imaginero».

Paso La oración en el huerto.

Paso La oración en el huerto.

Cuando se hace cargo del taller de su padre con 20 años se dedica a terminar las piezas que su progenitor había dejado inconclusas, como el San José del convento de las Claras o la Santa Inés de la iglesia de Santo Domingo. En la década de 1740 realiza el único Cristo muerto que realizó el imaginero en toda su carrera, la Virgen de las Angustias para la iglesia de San Bartolomé de Murcia. De esta talla destaca la expresión de la Virgen por su gesto de dolor y resignación. También realiza en esta época la Santa Clara y San Francisco para el convento de las Capuchinas de Murcia.

Una de sus mejores obras y de la imaginería española es el San Jerónimo penitente de la catedral de Murcia. Destacan también el San Agustín del convento de las Agustinas, el medallón de la Virgen de la Leche también de la catedral de Murcia o el San Antón para la ermita del mismo nombre.

Detalle de Jesús en el belén del Museo Salzillo (Murcia).

Detalle de Jesús en el belén del Museo Salzillo (Murcia).

Pero quizá por lo que es más conocido Francisco Salzillo es por sus pasos procesionales, como los que hizo para la cofradía de Jesús Nazareno (Oración en el Huerto, La caída, La Verónica, La Dolorosa y La Última Cena) y que junto al Prendimiento procesionan el Viernes Santo por las calles de la ciudad de Murcia. Este último destaca por el estudio anatómico que realiza Salzillo, donde se percibe con toda nitidez en el brazo de san Pedro los tendones y las venas.

Custodia, h. 1760-70, madera, se ubicó en la iglesia de San Esteban de Murcia.

Custodia, h. 1760-70, madera, se ubicó en la iglesia de San Esteban de Murcia.

El Belén es una de sus obras más famosas. Fue un encargo que le hizo Jesualdo Riquelme cuando el artista tenía casi ya 70 años. Este gran belén está compuesto por un total de 556 personajes, 372 animales y varias maquetas de edificios realizados en barro cocido, madera, cartón o textiles. Según Joaquina Alemán y Julio Pedauyé «muchos de estos personajes están inspirados en personajes populares de la ciudad y su huerta, empleándose a veces el mismo molde para la realización de diversas figuras, pero aportando en cada una de ellas algo que las hace distinguirse de las demás, ya sea en la indumentaria o en la expresión, obteniéndose así esa sensación de variedad y vida que marca el conjunto, en el que ni siquiera los animalillos que lo completan se repiten en las posturas, siendo el realismo el nexo común de todos sus elementos».

Ángel, h. 1764, procede de la iglesia murciana de San Juan de Dios.

Ángel, h. 1764, procede de la iglesia murciana de San Juan de Dios.

Este belén pasó a manos de la marquesa de Salinas y posteriormente al marqués de Corvera. En 1915 fue comprado por el Estado por 27.000 pesetas y se instaló en el Museo Provincial de Bellas Artes de Murcia para pasar definitivamente a su ubicación actual, el Museo Salzillo.

El conjunto que se exhibe en la sala sexta de la planta segunda del Museo Thyssen Bornemisza de Madrid es un grupo escultórico realizado por Francisco Salzillo entre 1760-1770 y que pertenece al Conjunto Monumental de San Juan de Dios (Murcia).

Está formado por dos tallas de madera, una custodia y una pareja de ángeles. 

La Custodia (h. 1760-70), realizada en madera, un material nada usual para este tipo de piezas religiosas, «incluye una peana con volutas enrrolladas, rocallas y motivos vegetales de gran dinamismo y un viril de marco circular, con cuatro ángeles niños a sus pies». Fue hecho para iglesia de San Esteban de Murcia.

Ángel, h. 1764, procede de la iglesia murciana de San Juan de Dios.

Ángel, h. 1764, procede de la iglesia murciana de San Juan de Dios.

La Pareja de ángeles (h. 1764) procede de la iglesia murciana de San Juan de Dios según se ha identificado en el testamento del canónigo de la catedral de Murcia, don José Marín y Lamas. «Las figuras se sitúan sobre unas nubes que hacen de pedestal y marcan con sus posturas fuertes diagonales, lo que, unido al plegado de las telas, les otorga gran movimiento».

 

One Reply to “El gran Salzillo visita el Museo Thyssen-Bornemisza”

  1. María Soto dice:

    Quería saber si el belén está expuesto íntegramente en el museo y si alguna vez se ha expuesto en algún otro lugar.

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